Paquita la del Barrio conquista LA

Paquita la del Barrio se ganó el sábado los aplausos y las risas del público en su concierto en el Nokia Theatre.

A Paquita los éxitos le sobran.

A Paquita los éxitos le sobran. Crédito: Leopoldo Pena / Especial para La Opinión

No cabe duda que a Paquita la de Barrio la quiere el pueblo de Los Ángeles.

A pesar de que lució un poco cansada y desentonó una que otra vez en su concierto del sábado por la noche, la cantante que llama “inútiles” a los machistas se ganó los aplausos, las risas y hasta ovaciones del público.

Y es que a pesar de los inconvenientes, Paquita no falló en encender los ánimos de las mujeres con sus canciones de despecho y en contra de los hombres abusadores e infieles, mejor conocidos como “ratas de dos patas”, “buenos para nada”, “sabandijas” y otros piropos del repertorio feminista de la artista mexicana.

El abarrotado concierto del sábado en el teatro Nokia encajó perfectamente en este el Mes de la Mujer y con que el que Paquita, una orgullosa sextagenaria, celebra 40 años de carrera musical en que ha vendido más de 20 millones de discos.

Un breve video tributo sirvió de introducción a la cantante e insinuó el menú musical a servirse. A Paquita los éxitos le sobran y además es conocedora de lo mejor de las románticas de ayer.

Vestida con un elegante coordinado de blusa y falda azul rey y con bordado plateado, inauguró el recital con Como un perro y aconsejó a los asistentes: “Diviértanse, se vale llorar, se vale reír, se vale de todo”.

Su pedido hizo eco en el Nokia.

La primera mitad del concierto buscó un balance entre los éxitos originales de la cantante con boleros y otras baladas de despecho, amor y desamor hechas famosas por otras leyendas de la música.

Invítame a pecar y Soltero maduro —con una amenaza de cortar miembros viriles— se turnaron con clásicos románticos como Fallastes corazón y No volveré.

Fue como hasta la quinta canción que se escuchó el primer “¿Me estás oyendo, inútil?”. Y claro, la frase se repitió varias veces más.

Curiosamente, la noche se sentía romántica con la inclusión de inolvidables de antaño que la Paquita ha grabado y hecho suyos en sus más de 30 discos.

“¿Qué bonitas canciones, verdad?”, dijo la cantante al interpretar No volveré. Comentó pícaramente: “Dicen que las viejas son las mejores”, y soltó la risa.

Para cuando interpretó Mi gusto declaró a todo pulmón: “Y ándale que ando herida”.

Posteriormente se escuchó Morir de amor y la Paquita recomendó, “Griten, griten, desahóguense”.

Paquita no es de las que se mueven mucho en el escenario pero en esta noche parecía algo agotada.

Alguien del público le ofreció una cerveza, que ella cordialmente declinó.

Luego sonaron Que no se te olvide, en donde perdió el ritmo de la música. Las rodilleras luegó prendió mecha con su rico son norteño con mucho acordeón y sus “mentadas de mamás”.

Al poco rato una mujer de la audiencia compartió con Paquita una botellita de vino, que ahora sí aceptó.

El ánimo se le subió a la cantante, quien bromeó acerca de los traguitos del “pinche tequila” diciendo: “Me cae que empecé a sudar”. Las carcajadas retumbaban en el Nokia.

Cuando cantó Piérdeme el respeto trastabilló un poco con las letras pero se disculpó con humor de que el tema no lo tenía en el programa. La gente le siguió el juego como buen cómplice: con risas.

La segunda parte del concierto fue con un mariachi femenino, con el que interpretó Las mujeres mandan, Probe pistolita, Ella y Hombres malvados, que incluye la amenaza de capar a los hombres infieles. “¿Ya oyeron inútiles lo que les puede pasar?”, preguntó Paquita a los varones presentes. Algunos se rieron.

Cuando menos un tercio del público consistía de hombres.

“Nunca la habíamos visto en concierto”, dijo José Cadena, acompañado de su esposa, Irene. Añadió que le divertían los temas de la cantante pero aclaró que no se sentía ni atacado ni aludido en el repertorio de Paquita.

Para Nely Peña, el mensaje de la cantante es muy personal. “Mi canción favorita es Rata de dos patas porque yo he sido maltrada”, dijo la mujer.

Esa fue precisamente una de las últimas canciones de la noche y en la que los hombres malvados escucharon su último cumplido de la noche: “Hiena del infierno”.

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