Temen otra tragedia como la del Happy Land (fotos)

A 23 años del incendio de ese club ilegal de El Bronx, todavía es difícil que estos locales cumplan las reglas

Foto de 1990 que muestra cuando los equipos de rescate sacaban los cuerpos de las víctimas y los colocaban en la acera, tras el incendio en la discoteca Happy Land en El Bronx.

Foto de 1990 que muestra cuando los equipos de rescate sacaban los cuerpos de las víctimas y los colocaban en la acera, tras el incendio en la discoteca Happy Land en El Bronx. Crédito: AP

Nueva York — A 23 años de la tragedia que le costó la vida a 87 personas — en su mayoría hondureños — en el centro social Happy Land en El Bronx, la proliferación de bares y clubs ilegales en barrios hispanos hace temer que la historia se repita.

Desde entonces, la ofensiva contra estos negocios es más estricta, según voceros de diversas juntas comunitarias y representantes electos. Sin embargo, locales continúan operando clandestinamente en sitios improvisados, al tiempo que otros legales violan los códigos de incendios, edificios y urbanidad.

En la avenida Roosevelt, en Queens, comerciantes y vecinos aseguran que varios restaurantes en realidad son cabarets que operan con varias violaciones de seguridad.

“Todo el tiempo hay letreros de ‘Se solicita mesera’, pero en realidad los propietarios buscan mujeres que bailen con los clientes”, destacó Adriana Ongoiba, consejera del Proyecto de Trabajadores Sexuales. “Residentes comentan de algunos supuestos restaurantes-cabarets que en realidad son burdeles”, indicó.

En la calle 100 de Elmhurst, residentes reportaron una casa que podría esconder un bar y una sala de apuestas clandestinos.

“En este sitio se ven personas entrando y saliendo todo el día”, comentó un vecino que prefirió no identificarse. “Sabemos que algo anda mal”.

Fuentes informadas del caso confirmaron que actualmente es el centro de una investigación policial.

“Nadie quiere que una tragedia como la de Happy Land ocurra de nuevo. Se deben cerrar todos estos negocios ilegales”, opinó Hugo Flores, residente de Elmhurst.

El fuego en ese club de El Bronx fue causado por el cubano Julio González para vengarse de su novia que laboraba en el local, donde sólo había una salida de emergencia que estaba bloqueada. Este hecho avivó la guerra contra locales ilegales que, como Happy Land, no cuentan con vías de escape y sistemas contra incendios adecuados, además de que promueven actividades clandestinas.

La concejal Julissa Ferreras, quien lidera una ofensiva contra estos negocios en la avenida Roosevelt, habló de un cabaret en Jackson Heights en cuyo sótano se encontraron camas.

El problema se extiende a la vecina Yonkers. Horacio Juárez, trabajador de una lavandería, comentó de un taller mecánico que es la fachada de un club clandestino en esa ciudad. “Cualquiera cree que reparan autos, pero en realidad es un prostíbulo”.

Juárez mencionó que pese a la ofensiva policial, los bares ilegales promocionan sus “servicios de chicas” en estaciones de autobuses en Riverdale, El Bronx y Mount Vernon. “Sería terrible que sucediera una nueva tragedia en sitios como éste”.

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