Inmigrantes realizarán asambleas vecinales por reforma

Una coalición de 34 organizaciones hispanas anunció ayer la iniciativa para presionar al Congreso para que apruebe la reforma migratoria

Marcha realizada ayer en Chicago en apoyo a la reforma migratoria.

Marcha realizada ayer en Chicago en apoyo a la reforma migratoria. Crédito: EFE

WASHINGTON — Una coalición de 34 organizaciones hispanas anunció ayer que realizará 60 asambleas vecinales en diferentes ciudades como forma de presión para que el Congreso apruebe antes del receso veraniego una reforma migratoria integral que defina la situación de 11 millones de inmigrantes sin papeles.

Héctor Sánchez, presidente de la coalición National Hispanic Leadership Agenda (NHLA), dijo que la campaña incluirá además un componente en línea, llamadas telefónicas y reuniones con congresistas durante las dos semanas del receso primaveral que inició el 22 de marzo con la meta de alcanzar un total combinado de 100,000 reuniones, cartas, correos electrónicos, llamadas, faxes y tuits dirigidos al Congreso.

La campaña titulada “Latinos Unidos por una Reforma Migratoria” contará también con el sitio de internet http://latinosunited.org/.

La campaña “es el mayor esfuerzo de su tipo para organizar a nuestra comunidad. Recorreremos el país construyendo una red de activistas que garantice que el Congreso escuche nuestro mensaje de manera clara: una reforma migratoria integral, efectiva y justa antes del receso de agosto”, agregó Sánchez.

El presidente Barack Obama exhortó el lunes al Congreso a comenzar el mes próximo el debate necesario para una reforma migratoria y reiteró su expectativa de que el proceso concluya durante el primer semestre de 2013.

Ocho senadores de ambos partidos se esforzaron la semana pasada por lograr un acuerdo para dedicarse a redactar el proyecto de ley durante el receso primaveral de dos semanas, pero discrepancias de última hora surgieron respecto de los salarios de los trabajadores poco calificados.

La medida incluiría nuevos criterios de medición para la seguridad fronteriza, permitiría el ingreso de más trabajadores a Estados Unidos y exigiría a las empresas mayores verificaciones de que sus empleados pueden trabajar legalmente, en lo que sería la mayor reforma migratoria desde 1986.

La propuesta del Senado contemplaría una espera de 13 años para los inmigrantes sin papeles, que les brindaría un estatus provisional durante 10 años hasta obtener la residencia permanente y tres años más tarde podrían optar por la naturalización.

Los activistas consideran que el proyecto de ley necesita presentarse cuanto antes, mientras algunos congresistas republicanos han señalado que el proceso ha transcurrido demasiado rápido.

Janet Murguia, presidenta del Consejo Nacional de la Raza (NCLR) dijo que confía que el proyecto de ley será presentado tras el receso primaveral, pero que igual participará en la campaña porque “no podemos confiar en esperanzas”.

“El proceso ha tardado porque están buscando consenso para que (el proyecto de ley) pueda avanzar rápidamente a nivel de comité. Esperamos que el tiempo invertido ahora rinda frutos en el proceso legislativo”, agregó. “Entendemos que están a punto de presentar el proyecto de ley, que será considerado por el comité (judicial) en abril y mayo y sometido a votación en el pleno del Senado en junio”.

NHLA formuló su anuncio el mismo día en que cuatro de los ocho senadores visitaban poblaciones fronterizas en Arizona. Los republicanos le han dado máxima prioridad a la seguridad fronteriza, ya que sostienen que algunos sectores de la frontera con México no cuentan con la seguridad debida.

El grupo de la cámara baja también planea presentar su propuesta en abril.

Otros grupos hispanos organizan desde hace meses una gran marcha a favor de la reforma migratoria el 10 de abril en la capital estadounidense.

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