‘Horno de sueños’ para trabajadores autistas

Repostería Lee & Marie's Cakery Company abrió sus puertas recientemente en El Barrio.

Repostería Lee & Marie's Cakery Company abrió sus puertas recientemente en El Barrio. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Fotos: Zaira Cortés< / person>

Nueva York — La repostería Lee & Marie’s Cakery Company no sólo ofrece croissants y galletas recién horneadas en El Barrio, sino también la oportunidad de un empleo digno a personas que sufren de autismo o Trastornos del Espectro del Autismo (ASD).

La compañía, fundada en Miami por la neoyorquina Andy Travaglia en una sociedad conjunta con el aclamado chef de pastelería, Yannnis Janssens, abrió sus puertas hace dos meses en las inmediaciones de la calle 116 y la Primera Avenida. En poco tiempo el sitio se convirtió en un “horno de sueños” para latinos del vecindario.

“Creemos que es posible un negocio con un balance entre lo lucrativo y la responsabilidad social”, apuntó Anna Zima, su gerente. “Intentamos ayudar a adultos con ASD a lograr su independencia económica en un contexto agradable”, destacó Zima.

Zima enfatizó que la empresa continua recibiendo hojas de vida aunque abrió recientemente. Se espera una mayor contratación de personal en un futuro, pues el vecindario ofreció una gran acogida a la compañía. De los siete empleados que tienen, la mayoría son latinas.

Justin Canha, de 23 años, es uno de los trabajadores con autismo que encontró en este negocio la oportunidad de aprender repostería, con ayuda de las chefs puertorriqueñas Suheil Paneto y Emily Cotto.

“Mi actividad favorita es cocinar galletas, pero no hay límites. Aprendo algo nuevo todos los días y me siento parte de una familia”, expresó Canha, quien trabaja dos días a la semana en el lugar.

Suheil Paneto, de 25 años, destacó que en 2010 inició su carrera de chef en restaurantes en el corazón de Manhattan, pero decidió dar un giro a su profesión cuando supo de la misión de Lee & Marie’s Cakery Company.

“Adultos autistas tiene una sorpréndete capacidad de aprendizaje. Sus capacidades diferentes no les impide triunfar, su perseverancia es un gran ejemplo”, dijo Paneto.

El autismo es un trastorno neurológico que afecta el desarrollo. Algunas personas que lo padecen experimentan retrasos en el habla, otras tienen dificultad en socializar entre otros retos.

Emily Cotto, de 28 años, enfatizó que la compañía no exige experiencia laboral a los trabajadores con autismo. “Podría ser el primer empleo, por eso ofrecemos entrenamiento a un ritmo cómodo”.

Constance Ruiz, trabajadora social de Cerebral Palsy Associations of New York State, agencia que busca empleo para personas deshabilitadas, apuntó que la discriminación es uno de los desafíos más grandes que enfrenta esta población.

Ruíz, comentó que frases como “No hay vacantes” o “Nosotros le llamamos” son comúnmente escuchadas por desempleados con limitaciones físicas y mentales, por eso dice que es un paso hacia delante tener compañías que empleen personas discapacitadas.

“Ser deshabilitado no es el fin, es posible el desarrollo de habilidades diferentes, pero se requiere la colaboración de las empresas. Urge mayor educación y apertura al respecto”, explicó Ruiz.

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