Alarma por atropellos en el subway

Tercera muerte en una semana eleva las estadísticas sobre fatalidades en las vías

Se hicieron más  frecuentes y claras las advertencias durante el fin de semana para permanecer detrás de la línea amarilla.

Se hicieron más frecuentes y claras las advertencias durante el fin de semana para permanecer detrás de la línea amarilla. Crédito: AP

NUEVA YORK — A tres aumentaron ayer las personas muertas esta semana en el sistema de trenes de Nueva York, lo cual ha originado una alerta y advertencia a los usuarios del transporte público.

La más reciente víctima fue una mujer blanca que no ha sido identificada por la Policía. Las autoridades la describieron como una persona de unos 30 años que fue encontrada muerta en los rieles de la línea del tren 1, en la estación Canal Street —al sur de Manhattan— alrededor de la 1:30 p.m. de ayer, según el informe policial.

Como medida de precaución, durante el fin de semana se escucharon con voces más claras y repetidamente los anuncios en las estaciones del subway.

“El tren… ya se acerca a la estación, asegúrese de estar detrás de la línea amarilla”, indicaban los anuncios. Sin embargo, a pesar de estas advertencias de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), seguían ocurriendo pérdidas de vidas en el subterráneo.

El sábado, John Williams, de 58 años, murió arrollado por un tren en la línea D que viajaba hacia el sur de Manhattan, en la estación 72 Central Park West, alrededor de las 6:46 a.m., según el informe policial.

De acuerdo a la investigación preliminar de la Policía, Williams trataba de recoger algo que se le cayó en los rieles. El individuo fue trasladado al hospital St. Lukes donde fue declarado muerto.

“Es ridículo hacer eso (tirarse a los rieles del tren)”, dijo Eddie Ribeiro, un brasileño de 51 años que vive en el área. “Si se le cae algo a cualquier persona, debería pedir ayuda al asistente que trabaja en las cabinas”.

Legrand Guinn, de 23 años, también fue atropellado fatalmente por un tren de la línea A, en la estación de la calle 110, en el alto Manhattan la mañana del jueves cuando saltó a los rieles a recoger un dinero que se le había caído.

“No hay motivo para que una persona se tire a los rieles”, dijo Antonio Cantón, un mexicano de 40 años, que esperaba el tren en la misma estación del accidente. “El dinero va y viene y la vida no regresa”.

La MTA tiene varios anuncios y propaganda en los trenes que señalan: “No sea una estadística más, párese detrás de la línea amarilla”, “Si se le cayó algo, déjelo”, “Párese atrás, sea inteligente, tenga cuidado”.

En 2012, 141 personas fueron atropelladas por un tren, de las cuales 55 murieron, según la MTA.

En enero, el Presidente del Condado de Manhattan, Scott Stringer, alertó que la ciudad iba a un ritmo de alcanzar las 100 muertes relacionadas con trenes para el 2013, casi el doble de las ocurridas el año pasado.

A pesar de las advertencias y los anuncios, hay personas como Enrique Pérez, que todavía dicen que si algo se les cae a los rieles lo tratarían de recoger. “Todo depende, a lo mejor si es algo muy caro, sí lo pensaría. Pero me aseguraría bien que no viniera el tren”, indicó Pérez, un ecuatoriano de 37 años.

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