Pasadas luchas y la que viene

El Congreso retorna a sus labores esta semana y comienza el conteo regresivo para la presentación de un proyecto de ley de reforma migratoria este mes para dar luz verde al proceso legislativo que puede resultar en la primera reforma amplia de inmigración en 27 años.

Hoy miles de personas descenderán en el Capitolio para una manifestación pro reforma migratoria, otra señal de que la comunidad inmigrante está siguiendo de cerca el proceso y esperan resultados concretos.

Por los pasados años la lucha por la reforma ha estado enmarcada por marchas y manifestaciones que van desde la presión a nivel de base en las comunidades, cabildeo directo en las oficinas de los legisladores federales, la fusión de organizaciones estatales, regionales y nacionales con un mismo fin, la reforma migratoria. Y la más importante de todas, la marcha a las urnas cada cuatro años durante las elecciones generales.

En noviembre de 2012 esa marcha a las urnas de los votantes latinos envió un mensaje claro y contundente: desean una reforma migratoria con una vía a la ciudadanía que resuelva de una vez y por todas un asunto que por demasiado tiempo ha sido explotado por ambos partidos políticos con fines electorales.

La manifestación de hoy trae ecos de los pasados y fallidos esfuerzos por conseguir la esquiva reforma.

En 2006 estas marchas respondían a un proyecto de ley conocido como la Ley Sensenbrenner que criminalizaba a los indocumentados y a quienes los ayudaran, incluyendo líderes religiosos. Un proyecto presentado por el congresista republicano de Wisconsin, James Sensenbrenner, que fue aprobado por la Cámara Baja en diciembre de 2005 y que sin querer movilizó a la comunidad latina no sólo para demandar la reforma sino para cambiar de líderes favoreciendo a quienes apoyaran esa reforma. Paralelamente se intentaba impulsar un plan de reforma migratoria en el Congreso con un presidente republicano, George W. Bush.

Abril de 2006 vio más de 70 marchas y manifestaciones por todo el país. Ted Kennedy, fue el orador central. Kennedy y el senador republicano de Arizona, John McCain, colaboraban en un proyecto bipartidista en el Senado que no vio la luz por muchas de las mismas diferencias que todavía persisten, pero bajo un panorama político desfavorable, muy diferente al actual.

Al ver el video de Kennedy hablando a la multitud pareciera que fue ayer. El 10 de abril de 2006 Kennedy habló de cómo trabajaba de forma bipartidista con McCain en un proyecto de reforma amplia que fracasó en 2006. Hubo otro intento fallido en 2007.

Lo demás es historia. Kennedy murió en 2009. Había comenzado a presenciar cómo hasta sus colaboradores republicanos le habían dado la espalda a la reforma alejando cada vez más a los votantes latinos. Kennedy murió sin ver concretada una de sus principales metas legislativas, la reforma migratoria.

La perseverancia de la comunidad inmigrante, de los líderes que integran el movimiento pro reforma, y la actuación estelar del voto latino, nos han llevado al momento histórico en que nos encontramos: la posibilidad real de concretar esa reforma mediante esfuerzos bipartidistas en ambas cámaras del Congreso. Habrán escollos pero al menos se está intentando.

A mí me resta sólo esperar que siete años después, en 2013, finalmente sí se pueda.

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