Indígenas luchan contra la discriminación

Una indígena  participa en una marcha  hacia la Asamblea Legislativa para que ratifique una reforma constitucional aprobada hace casi un año.

Una indígena participa en una marcha hacia la Asamblea Legislativa para que ratifique una reforma constitucional aprobada hace casi un año. Crédito: EFEs

San Salvador — La población indígena de El Salvador ha sido “políticamente” discriminada y violentada durante siglos, hasta el punto de que no es reconocida como tal en la Constitución del país y se desconoce su número exacto.

“Uno de los mayores problemas … que han tenido los pueblos indígenas es que han sido políticamente discriminados”, ya que “no se han considerado ni tomado en cuenta sus necesidades, sus problemas”, dijo el procurador de los Derechos Humanos, Oscar Luna.

El tata (anciano) Juan Portillo, originario de los pueblos náhuat pipil de El Bálsamo, en el departamento central de La Libertad, aseguró que los indígenas continúan “siendo marginados y sufriendo muchas violaciones” como sus antepasados, en lo social y económico.

Según Portillo, la “invasión española” de 1524, cuando se inició la conquista de El Salvador, y las represiones gubernamentales fueron las raíces de la discriminación y la falta de reconocimiento que los indígenas sufren.

Los antepasados “vivían bien, pero cuando vino la invasión les quitaron sus tierras y les discriminaron, y desde ese tiempo nosotros nacimos también en la misma discriminación y continuamos”, agregó.

También las represiones de gobiernos pasados, como la masacre de 1932, han influido en que persista la marginación hacia los indígenas, destacó.

Esa masacre fue perpetrada por el Gobierno militar de Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944) como represalia por un levantamiento de miles de indígenas, campesinos y obreros armados con machetes que tomaron el control de varias poblaciones, con un saldo de entre 25,000 y 30,000 muertos, según diversas fuentes.

“La matanza de 1932 marca una política de opresión hacia los pueblos indígenas que luchaban por sus derechos así como una política”, de aquel Gobierno y de otros posteriores, encaminada a “abolir a la identidad indígena”, señaló el relator especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya, en su visita al país en 2012.

La discriminación hacia “nosotros no ha cambiado en ningún momento (…), tenemos años y años de calvario, de vivir la misma” situación, indicó Mario Hernández, indígena lenca de Guatajiagua, en el departamento oriental de Morazán.

La exclusión y la marginación de los indígenas han provocado que muchos de ellos, luego de ser los amos y señores de este territorio, en la actualidad ni siquiera tengan terrenos propios para cultivar granos básicos o dedicarse a otras tareas para sobrevivir.

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