Maduro confirma ‘revolución socialista’

El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta una posible crisis política y energética.

El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta una posible crisis política y energética. Crédito: EFE

Caracas — “Aquí no hubo traición al comandante y no hubo ni habrá regresión del proyecto histórico. Lo que hay y habrá es revolución socialista, revolución de futuro. Hoy arranca un nuevo ciclo que debe permitirnos construir la patria socialista”. Nicolás Maduro, primer presidente “chavista y obrero” de Venezuela, ha dado inicio a su “gobierno en la calle” juramentando un gabinete continuista con ocho militares, en el que repiten 16 ministros, cuatro regresan y tres cambian de cartera.

Maduro ha aumentado aún más el desproporcionado tamaño administrativo de su equipo: seis vicepresidentes, 33 ministros, 6 coordinadores para las regiones y dos jefes de gobierno. Hugo Chávez, quien en 1999 sólo nombró 14 ministros para reducir tanta burocracia administrativa, terminó rodeado de 32. Maduro comienza superándole.

Tantos son que no cabían en un solo plano de las televisiones emitiendo, en cadena obligatoria, cómo todos ellos juraban con un ejemplar de la Constitución en la mano y con la otra sobre el pecho o posteriormente puño en alto. La frase elegida fue “por el comandante Chávez y para construir el socialismo”, una doble declaración de intenciones.

Para Henrique Capriles, líder opositor que espera revertir la actual situación después de hacer públicas más de 3,000 irregularidades en el proceso electoral, este gobierno nace con plomo en las alas: “El enchufado mayor, puro show. Hagas lo que hagas, metas las cadenas que metas, la ilegitimidad no te la quita nadie. El pueblo lo sabe”, atacó el gobernador de Miranda.

Twitter contra televisión. La hegemonía mediática del chavismo le permite repetir una y otra vez sus mensajes, tanto en los canales públicos como en los privados cuando así lo quiere. Mientras tanto, Capriles sólo tiene llegada a través de las redes sociales.

Venezuela recibió al nuevo gobierno entre dudas económicas. Maduro, transformado en una especie de Salomón criollo, ha apartado a Jorge Giordani, el gurú económico de Chávez, de la cartera de Finanzas. “Es obvio que la agudización de la crisis económica está muy vinculada a la radicalización del control que Giordani aplicó a partir de octubre”, explica el politólogo Luis Vicente León.

Giordani, marxista radical apodado ‘El Monje’ por su vida austera, encabeza desde ayer el Ministerio de Planificación, pero deja en manos de Nelson Merentes las cruciales finanzas de un país atrapado por el desabastecimiento, escasez de alimentos y la inflación, que en primer trimestre cerró en 7.9%. “Merentes tiene una visión mucho más abierta sobre la necesidad de suministro de divisas para el funcionamiento económico del país”, añade León.

En cambio a Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, se le asocia con la élite boliburguesa, que se ha enriquecido haciendo negocios con la administración de Chávez.

Dentro del chavismo se tiene la certeza que la situación económica restó apoyos en las elecciones. La devaluación del bolívar impactó en el bolsillo de las clases populares. El discurso victimista del gobierno, que acusa a la oligarquía de provocar la “guerra económica”, no convence a buena parte de sus seguidores. Incluso chavistas críticos han alertado sobre la posibilidad de un estallido social si se agrava la crisis y revienta la que han definido como “bomba atómica económica”.

Los otros dos grandes retos a los que se enfrenta el presidente son la violencia desbordada y los apagones eléctricos. Para luchar contra la inseguridad ha elegido a un amigo de Hugo Chávez, el polémico general Miguel Rodríguez Torres, hasta ayer responsable del Servicio Bolivariano de Inteligencia. Desde allí hostigó a líderes de la oposición y a periodistas independientes.

Entre los ministros polémicos se encuentran: Ricardo Molina, en Vivienda (pillado infragranti mientras amenazaba con despedir a los empleado opositores de su ministerio); Diego Molero, en Defensa (“les vamos a dar en la madre a la oposición”, amenazó tras morir Chávez) y Ernesto Villegas, en Comunicación. En cambio, a nadie sorprendió la contunuidad de la muy criticada Iris Varela en Servicios Penitenciarios, pese a los casi 600 muertos en las cárceles durante 2012.

La ministra volvió ayer a ser el ariete radical del gobierno, amenanzando directamente al líder opositor Capriles: “Te estoy preparando la celda y te garantizo que nadie te va a tocar”.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain