Exiliados de Miami denuncian alza de represión en Cuba
Grupos de disidentes aseguran que hay pruebas sobre las muertes sospechosas de líderes civiles
Rosa María Payá, la hija del opositor cubano Oswaldo Payá, pidió que se investigue la muerte de su padre. Crédito: AP
Miami – Organizaciones defensoras de los derechos humanos en Cuba y el exilio denunciaron este martes una creciente represión, muertes sospechosas de líderes civiles y violencia física y psicológica contra defensores de los derechos humanos en ese país.
La denuncia en Miami, la capital del exilio cubano, se produce un día antes de que Cuba presente su informe en la materia ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Cuba asegura ser líder y baluarte en la promoción y protección de los derechos humanos de su pueblo y acusa a Estados Unidos de violarlos con el embargo comercial.
Pero el presidente del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba, Juan Carlos González, describió este martes en rueda de prensa vía telefónica desde La Habana, un panorama distinto en el que dijo que “la situación de los derechos humanos en Cuba sigue empeorándose”.
Indicó que han denunciado más de seis mil arrestos durante 2012, y en 2013 “la situación se agrava (…) hace falta el cese de la impunidad”, en Cuba.
“Hay muertes inexplicables de reconocidos activistas de derechos humanos como Laura Pollán, Oswaldo Payá y otros por las que debieran abrirse investigaciones internacionales”, dijo González en la cita en la Universidad de Miami convocada por el Directorio Democrático Cubano.
Regis Iglesias, portavoz del Movimiento Cristiano Liberación y quien presentó el informe de la Internacional Demócrata de Centro sobre las muertes sospechosas de Oswaldo Payá y Harold Cepero pidió el cese de la impunidad, y las amenazas contra la familia Payá.
Rosa María Payá, hija del fallecido disidente, pidió ante la ONU en Ginebra y el Parlamento Europeo en Bruselas que una comisión independiente investigue las circunstancias del accidente en que fallecieron su padre y otro opositor en julio pasado en Cuba, cuando conducía el joven político español Ángel Carromero.
