Knicks: sin tableros no habrá paraíso

La crisis de los Knicks se ha originado en la incapacidad para bajar rebotes, aspecto en el que han sido ampliamente superados por los Pacers de Indiana.

La crisis de los Knicks se ha originado en la incapacidad para bajar rebotes, aspecto en el que han sido ampliamente superados por los Pacers de Indiana. Crédito: AP

NUEVA YORK — Tableros ganan partidos. Y en los playoffs, ganan series.

Esa es la vieja consigna, casi que una regla no escrita del baloncesto, que los entrenadores le inculcan a sus jugadores en todos lados.

Pero una cosa es instruir y la otra es ejecutar, como bien lo saben a estas alturas de los playoffs los Knicks.

El equipo de Mike Woodson ha sido feamente superado por los Pacers debajo del tablero con un saldo de 132 tablas para Indiana contra apenas 107 de Nueva York.

Esta carencia estuvo en pleno manifiesto durante el partido del sábado por la noche en que los Knicks cayeron 82-71 en el Bankers Life Fieldhouse de Indianapolis.

“Nos superaron en rebotes, ganaron el ajetreo del partido, en las cosas pequeñas”, dijo Carmelo Anthony, sobre las condiciones en que se dio el descalabro.

Con la derrota, la serie se puso 2-1 en contra de los Knicks y es por eso que les urgirá sacar una victoria del partido de mañana que se juega en casa de los Pacers.

La crisis de rebotes en los Knicks comienza a sonar frustrante entre algunos de los jugadores.

“Muchas veces jugamos una defensa tenaz por 20 o 22 segundos pero luego son ellos los que atrapan los rebotes”, dijo Tyson Chandler. “Y eso no debe ocurrir”.

Sólo ha habido una ocasión en que los roles se revirtieron.

Fue en esa apabullante victoria por marcador de 105-79 que los Knicks también ganaron el duelo en los tableros, aunque de una manera más modesta.

Esa noche, ‘Melo’ y compañía descolgaron 37 rebotes para superar los 35 que bajó Indiana. Nada sorprendente.

En cambio, la quinta dirigida por Frank Vogel ha dominado la pintura en ambos lados del entablado.

Esto significan dobles oportunidades que se convierten en puntos para los Pacers.

Para muestra, Roy Hibbert.

En el partido del sábado, el centro de Indiana estuvo dominante en las tablas al capturar 12, ocho de ellos ofensivos.

Otro destacado fue el delantero David West quien se hizo de otra docen de rebotes.

Iman Shumpert fue el único Knick en ganar tableros al colectar 10, siete de ellos defensivos. De los 40 rebotes colectivos que obtuvo Nueva York, apenas 10 fueron ofensivos.

Los Knicks podrían mejorar ahora que ya regresó Amar’e Stoudemire, aunque su acción fue limitada el sábado tras perderse los últimos 30 partidos incluidos los primeros ocho de los playoffs.

Woodson y sus discípulos deberán encontrar una solución para la noche de mañana cuando jueguen el cuarto partido de la serie en casa de los Pacers.

Por eso el destino de los Knicks, que en algún momento parecían enfilarse a la cumbre de la NBA, ahora pende de los tableros.

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