La lucha por la igualdad está aún lejos de terminar

En algún momento durante nuestro recorrido por el pasillo de las tarjetas de felicitación, nos olvidamos de que el Día de las Madres se estableció a finales de los años 1800 para destacar la importancia de la mujer en las familias. Estados Unidos ha avanzado mucho desde el siglo XIX, pero la lucha por la igualdad está aún muy lejos de terminar.

El alcalde Michael Bloomberg ha argumentado que los horarios flexibles y trabajar desde el hogar es malo para la fuerza laboral de la ciudad. Él también cree que es una mala política pública asegurar que todos los trabajadores puedan tomar tiempo libre para cuidar a un hijo enfermo. Pero cuando miramos a casi cualquier otro país industrializado, se ha demostrado que eso simplemente no es cierto.

Como resultado de un cambio fundamental, las mujeres ahora representan casi la mitad de la fuerza laboral en los Estados Unidos. La gran mayoría de las madres trabajan, de las cuales más de la mitad tienen bebés. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de trabajar únicamente de tiempo parcial, lo cual a menudo las deja sin un ingreso adecuado, seguro médico y sin los beneficios de una pensión.

La recesión agravó estos problemas: el 75% de las personas que perdieron sus trabajos durante la recesión fueron hombres. Eso significa que aún más mujeres son las que mantienen a sus familias.

Al crear un círculo vicioso, es también duro para las madres/padres de familias trabajadoras encontrar y poder pagar los servicios de guarderías infantiles en la Ciudad, haciendo imposible para muchas de ellas, especialmente para las madres solteras, trabajar en un empleo de tiempo completo. Uno pensaría que las leyes de la ciudad de Nueva York protegerían a las madres/padres trabajadores pero no es así.

Los empleadores pueden despedir a sus trabajadores por pedir un cambio de horario para asistir a una conferencia de padres y maestros. Los empleadores están también confundidos por protecciones legales ambiguas y regularmente despiden a las mujeres sólo porque necesitan pequeñas consideraciones en el trabajo. De hecho, Nueva York tiene el mayor número de casos registrados anualmente de discriminación por embarazo y por cuidar a menores, de cualquier estado en el país.

El hecho es que la ciudad de Nueva York está preparada para garantizar que todos los trabajadores puedan tomar tiempo libre para ocuparse de un ser querido que esté enfermo y necesite de su cuidado.

El Concejo Municipal aprobó la semana pasada, una ley requiriendo a todos los empleadores de proveer 40 horas de licencia por enfermedad pagadas al año que pueden usarse para la enfermedad de uno mismo o de un pariente cercano. La aprobación de esta ley, después de cuatro largos años de lucha, demuestra que podemos ser líderes al asegurar que nuestros lugares de trabajo cumplan con las necesidades de la fuerza laboral en el siglo XXI.

Esto debería ser apenas el principio. Con pequeños cambios en las políticas, podemos proveer incentivos a los empleadores para permitir horas flexibles a las que necesiten cuidar a sus familias. Podemos financiar mejor los servicios de guarderías infantiles para todos.

El próximo alcalde deberá comprometerse a crear un grupo de trabajo para fomentar el equilibrio entre trabajo-familia, incluyendo políticas laborales como trabajar desde el hogar y horarios flexibles.

Estas son medidas sencillas que lograrían unas diferencias notables, y al asumir el liderazgo en estos asuntos, los candidatos podrán ganarse los votos de las mujeres trabajadoras de Nueva York —y de sus familias.

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