No dejen a los pobres sin alimento
Mientras un grupo selecto del Senado debate hoy la propuesta migratoria, en otra sala de audiencias, otro grupo de senadores tendrá en sus manos la tarea de proveer ayuda alimenticia para cientos de miles de hogares neoyorquinos.
De acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso, y organizaciones sin fines de lucro dedicadas a combatir la hambruna en Nueva York, se estima que las perdidas en millones en fondos del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), afectarían a sobre 800,000 niños y 8% de ancianos con ingresos fijos entre otros.
Estos recortes no sólo impactan negativamente a la asistencia alimentaria para las familias de bajos ingresos, que incluyen a los latinos. Sino, también socavan los esfuerzos a largo plazo para reducir la pobreza-la razón por la cual necesitan esta ayuda – y ayudar a las familias a salir de la misma.
Estos fondos ya fueron asignados por el senado, esto debido a la mayoría demócrata en esa cámara. Fue al año pasado que la senadora Kristen Gillibrand (D-N.Y.), lucho fuertemente para restaura los fondos y un año después sigue su lucha. Una vez la Cámara de Representantes obtuvo la oportunidad de presentar un proyecto de ley, no lograron llegar a un acuerdo, retrasando así la ayuda a los mas que la necesitan. Cuando se discutan en ambas cámaras los recortes presupuestarios, el contraste cameral estará dividido una vez más por ideologías políticas, dejando víctimas inocentes en la línea de fuego entre demócratas y republicanos. Bajo los republicanos entre 2 a 4 millones de personas perderán los beneficios, el resto perderá gran parte de la asistencia que hoy día recibe.
Esta mentalidad de austeridad que solo beneficia los intereses partidarios, y corporativos con más poder de cabildeo ponen en peligro las necesidades más básicas necesarias.
Hoy, millones de personas que reciben asistencia pública para poder sobrevivir, ponen en las manos de de un grupo de congresistas su futuro y el de muchos más que necesitaran de esta ayuda, si más recortes a este programa tanto como a otros programas son discutidas y concretadas sin la presión del público en general.
Los miembros del Senado y de la Cámara necesitan que se les recuerde que estamos prestando atención a este tema y esperamos que protejan a los pobres, y no se permita que personas mayores y niños pasen hambre.
