Un narco pone en jaque a la presidenta
Laura Chinchilla viajó en avión prestado por el capo 'Chupeta' detenido en EEUU
San José El Gobierno de Costa Rica afirma haber sido víctima de un “engaño” al aceptar que una empresa de la que es ejecutivo un colombiano presuntamente con vínculos con el narcotráfico le prestase un avión privado a la mandataria Laura Chinchilla, pero el escándalo no cesa y puede costar más cabezas.
En un comunicado divulgado el pasado miércoles por la noche, Chinchilla, que ese mismo día aceptó la renuncia de su ministro de Comunicación, Francisco Chacón, por este asunto, calificó lo ocurrido como “inadmisible” y aceptó que la imagen del país y hasta su propia seguridad quedaron expuestas.
El fiscal general, Jorge Chavarría, dijo ayer a una emisora que el mayor error fue la falta de comunicación entre el despacho de la presidenta y la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), lo que impidió que funcionaran los protocolos de seguridad.
Chavarría reconoció a la emisora ADN que existía un expediente sobre Gabriel Ricardo Morales Fallón, ejecutivo de la empresa propietaria del avión, THX Energy.
Medios colombianos han ligado durante años a Morales con el reconocido capo narco Juan Carlos Ramírez, alias “Chupeta”, detenido en EEUU, pero esas acusaciones no han sido nunca comprobadas.
Según la versión del Gobierno, Morales Fallon se presentó el pasado 8 de mayo ante el entonces ministro Chacón y la asistente personal de Chinchilla, Irene Pacheco, con el nombre de Gabriel O’Falan.
Los denunciantes fueron Chacón, cuando todavía era ministro, y el Comisionado Antidrogas de Costa Rica, Mauricio Boraschi, quienes reconocieron que fallaron todos los protocolos de seguridad.
Las autoridades se enteraron de la verdadera identidad del ejecutivo de THX, gracias a investigaciones periodísticas.
Para entonces Chinchilla ya había viajado en dos ocasiones en el avión de THX: en marzo al funeral de Hugo Chávez en Caracas y el pasado fin de semana a Perú para asistir a una boda.