Cardenal trata de vagabundos a los gays

Reacciona con insultos ante sentencia desfavorable para Iglesia Católica Dominicana

La jueza Eunice Minaya Pérez escucha las intervenciones  durante el conocimiento de un recurso presentado por la Iglesia Católica contra la ONG Profamilia.

La jueza Eunice Minaya Pérez escucha las intervenciones durante el conocimiento de un recurso presentado por la Iglesia Católica contra la ONG Profamilia. Crédito: efe

Santo Domingo — El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez reaccionó ayer airado y con sus acostumbrados insultos ante la sentencia que rechazó una acción de amparo elevada a un tribunal por la Iglesia Católica.

La misma tenía como objetivo de que la justicia prohibiera una campaña publicitaria sobre derechos sexuales y reproductivos que desarrolla ProFamilia.

López Rodríguez se quejó además de las organizaciones que promueven el matrimonio entre personas de un mismo sexo y dijo que eso responde a un mundo lleno de “farsantes, comediantes y perversos”.

“Felicito a la ilustrísima jueza por sapientísima sentencia que ha dado”, dijo en tono irónico, al referirse a la juez Eunice Minaya, de la Quinta Cámara Civil y Comercial del Distrito Nacional, quien determinó que la Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia (Profamilia) no viola los derechos fundamentales, como alega la Iglesia, a través de la campaña en la que busca crear conciencia entre los jóvenes sobre una sexualidad responsable. La campaña trata de prevenir enfermedades venéreas y embarazos no deseados.

“En segundo lugar felicito también a los comunicadores que se benefician de todas esas ONGs, esas pandillas que andan repartiendo cuartos para hacer lo que le parece y que siga la fiesta, p´alante, cada uno por su lado”, añadió molesto López Rodríguez.

En cuanto al matrimonio de personas de un mismo sexo sostuvo: “Ese no es el camino que Dios ha hecho. Hombre y mujer los creó, Génesis. Pero el mundo de hoy, que es un mundo de farsantes, comediantes, ignorantes y perversos que andan buscando que todas las cosas se hagan como les dé la gana”.

“Eso es una vagabundería. El que quiera vivir con otro macho que se vaya por su cuenta, pero que un Estado se rebaje, se ridiculice, se pervierta, dándole categoría de matrimonio a dos hombres o dos mujeres, jamás lo aceptaré”, insistió, al participar en un desayuno de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo y de la Asociación de Voluntarias, en un hotel de esta capital.

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