Pueblos de Michoacán mantendrán autodefensas

La desconfianza de los michoacanos hacia las acciones del gobierno mexicano obligan a los pueblos a mantener las armas, aunque resguardadas

SAN FRANCISCO.— “Ninguno de nosotros ha entregado las armas. No nos han desarmado. Las tenemos a la mano, pero no a la vista”, cuenta vía Skype uno de los representantes de los grupos de autodefensa surgidos en Michoacán, José Manuel Mireles.

La región desde donde nos habla el médico Mireles, en Tierra Caliente —occidente de México—, es una zona donde en los últimos meses han surgido guardias civiles comunitarias que brindan protección a pueblos como Buena Vista, Cualcomán, Chinicuila, Tepalcatepec y La Ruana, para proteger a las familias y mantenerlas a salvo del grupo criminal autodenominado Los Caballeros Templarios. Pero también es el lugar donde el gobierno de Enrique Peña Nieto ha desplegado en el último par de semanas a elementos del ejército y la policía federal, con la promesa de recuperar la paz en el territorio.

Desde el 24 de febrero de este 2013, los habitantes de la región de Tierra Caliente decidieron levantarse en armas contra Los Caballeros Templarios, quienes en los últimos meses extorsionan a los pobladores, bloquean carreteras, paralizan el flujo de bienes a los pueblos —alimentos y medicinas—, y llegan también a secuestrar y desaparecer al que se interponga. “Ya ellos se habían tomado el control del mercado de limón —principal producto regional—, tenían control del ganado, el control de los comercios, gasolineras, de todo cobraban cuota”, nos explicó el vocero de otro grupo de autodefensa, en La Ruana, Hipólito Mora.

Por qué surgieron los grupos de autodefensa en Tierra Caliente, lo contó el médico cirujano adscrito al sistema de salud en Michoacán, José Manuel Mireles: “Esta violencia existe desde hace 12 años. No existe el estado de derecho en Michoacán, porque al estar coludido el mismo aparato del gobierno estatal con todos sus jueces, sus magistrados, tribunales, sus diputados, sus senadores, sus presidentes municipales, sus policías municipales, judiciales y federales, al estar todos en la nómina del crimen organizado, no existe el estado de derecho, y no teníamos una forma de defendernos nosotros”.

—¿Es, entonces, la lucha de los grupos de autodefensa contra el gobierno?, preguntamos a Mireles.

—Nosotros sabemos que hay un nexo (entre gobierno y grupos criminales), porque el gobierno nunca ha procedido legalmente (contra los delincuentes). Cuando alguien presentaba alguna demanda de alguna violación, de alguna ejecución, de algún asesinato, de algún secuestro, la persona era ejecutada en su casa esa misma noche. Esa gente amanecía muerta en su casa o desaparecía, simplemente. No necesitamos mucha inteligencia para interpretar que el gobierno, los ministerios públicos, las policías están vendidos con estas personas. No estamos en contra de las autoridades, estamos en contra de la negligencia de las autoridades. Nosotros no estamos asumiendo la ley en nuestras manos, estamos asumiendo la responsabilidad de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestras economías”.

—El gobierno mexicano extendió recientemente un comunicado donde dicen que han devuelto la paz a Michoacán, ¿Cómo lo viven ustedes?

—El pueblo lo recuperó el pueblo mismo al expulsar a los criminales de todas nuestras comunidades, y más pueblos que se están levantando en armas todavía, pero no fue gracias al ejército, no fue gracias a los federales… Fue gracias al valor de los mismos habitantes de los pueblos que estamos en lucha […] Tres meses estuvimos libres de secuestros; antes de que el ejército cumpliera ocho días en la región, ya tenemos el primer secuestrado, el primer ejecutado y además lo incineraron.

Hipólito Mora, vocero de La Ruana, aseguró, al contrario de lo que externó en días recientes el gobierno de México por medio del secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong: “Nadie ha vuelto a sus casas. Nosotros seguimos aquí patrullando las calles. En las noches seguimos cuidando en La Ruana, del municipio de Buenavista. Todos seguimos patrullando y cuidando de que no vaya a entrar alguien del crimen organizado a hacerle daño a algún ciudadano de los pueblos de nosotros”.

Agregó que los autodenominados Caballeros Templarios obtienen recursos de los pueblos michoacanos mediante la extorsión: “A ellos ya les reditúa más la extorsión, que la droga. Para ellos ya es más importante extorsionar. Agarraban muchísimo dinero de cuota, mucho, mucho. Por eso andan tan molestos con nosotros, más que nada aquí contra La Ruana, porque les quitamos muchísimo dinero que recibían de cuota, ya ahorita gracias a dios no se paga. Aquí estamos liberados. Ya trabajamos normalmente”.

Más: ElMensajero.com

El cónsul de México en San José, Carlos Ponce Martínez, destacó que el gobierno de Enrique Peña Nieto “no ve con buenos ojos” a las guardias civiles en los pueblos de Michoacán.

“La proliferación de estos grupos organizados, sociales, armados”, dijo Ponce Martínez, “de ninguna manera es un asunto que el gobierno vea como una alternativa viable. Las implicaciones que tiene, tan sólo desde el punto de vista de la posesión de armas es un delito federal en México y nosotros como gobierno no aplaudimos ni vemos con buenos ojos esto”.

Un comunicado difundido en la semana por el gobierno mexicano, dice: “La presencia de las fuerzas federales en Michoacán, no sólo tiene el propósito de enfrentar a la delincuencia y de investigar o detener a quienes cometen algún ilícito, sino de interactuar con la población y establecer vínculos sólidos de confianza”.

Hipólito Mora informó desde La Ruana que la presencia del ejército ha servido al menos para liberar las carreteras tomadas por los grupos criminales, lo cual ha permitido de nuevo el flujo de bienes y medicamentos, aunque “no han encarcelado a nadie del grupo criminal, que es a lo que vienen”, insistió. Por lo cual las guardias continuarán en alerta. “Estamos vigilando al ejército y a la policía federal, que hagan bien su trabajo. Nada más”, aseveró.

En la bahía de San Francisco, norte de California, el activista michoacano, José Sandoval, visitó los consulados mexicanos de San José, Fresno y Sacramento, para llamar la atención de la violencia que viven las familias en la región de Tierra Caliente. También visitó el Capitolio en Washington D.C. y la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

“Han masacrado a nuestras familias desde hace años”, refirió Sandoval. “Por eso, la gente, desde el 24 de febrero se armó de valor y también de armas, y dijeron: ‘No vamos a permitir más esto’, y se convirtieron en guardias comunitarias para defender a nuestros hijos y a nuestras familias”.

José Sandoval destacó que durante décadas han operado grupos criminales en Michoacán, “y lo que me parece irracional (por parte del gobierno federal) es que intenten desarmar a las comunidades, cuando jamás han intentado desarmar a los delincuentes”.

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