Proteger al campesino

No podemos olvidar que la historia del trabajador de campo es nuestra historia Inmigración

La historia del trabajador del campo es la misma historia de tantos que vienen a este país.

La historia del trabajador del campo es la misma historia de tantos que vienen a este país. Crédito: Archivo / AP

Hace un tiempo recibí a más de 100 trabajadores agrícolas en Washington, DC. Estos trabajadores vinieron a pedir un trato justo en una reforma migratoria. Honrando el legado de César Chávez, corearon “Si Se Puede” en los pasillos del Congreso y estaban reunidos para la causa. Allí vi la mirada de esperanza en todos sus rostros.

Se trata de la misma mirada de esperanza como la que tienen los que vienen aquí en busca de una mejor oportunidad para ellos y sus familias. Es esta esperanza la que trajo a mis padres de Jalisco, México, para trabajar en el campo, proveer para sus hijos, y hacer los sacrificios que permitieron a mis hermanos y a mi alcanzar el éxito más allá de lo que mis padres podrían haber imaginado.

Este es el sueño de todos los inmigrantes — este es el sueño americano.

La historia del trabajador del campo es la misma historia de tantos que vienen a este país. Es la historia de la mucama de hotel que se sacrifica para poner comida sobre la mesa para sus hijos, el pequeño empresario que abre un negocio en su comunidad, y el soñador que estudia largas horas para poder convertirse en ingeniero. Los trabajadores agrícolas trabajan bajo algunas de las peores condiciones y muchas más horas para mantener a sus familias y construir una vida mejor. Mientras nuestra comunidad se mantenga unida y luche por una reforma migratoria comprensiva, no podemos olvidar que la historia del trabajador de campo es nuestra historia.

Lo bueno es que haya un acuerdo entre campesinos y productores agrícolas en un camino a seguir. Los trabajadores agrícolas están cerca de obtener un estatus legal y el derecho a alimentar a sus familias así como alimentan este país. Pero aún hay muchos desafíos antes de que esto sea final.

Debemos luchar contra cualquier intento de retroceder las protecciones en este acuerdo y de legalizar el maltrato del trabajador de campo. El proyecto de ley final debe proporcionar un camino hacia la ciudadanía, exigir salarios justos, y garantizar la movilidad y la protección adecuada al trabajador.

Los trabajadores agrícolas deben ser tratados con dignidad y respeto. Como otros trabajadores estadounidenses, deben tener los mismos derechos y protecciones.

Los campesinos quieren trabajar duro, mantener a sus familias y alcanzar el sueño americano. este es el momento para que una reforma migratoria comprensiva se convierta en una realidad, pero debemos tener políticas que preserven los derechos de estos trabajadores vulnerables.

En esta última elección la comunidad latina se movilizó por el sueño americano. Nos aseguramos que los políticos supieran nuestra historia. Fuimos a las urnas y movilizamos a los candidatos que lucharán por la clase media y por pasar una reforma migratoria integral.

Ahora, estamos muy cerca de realizar esa reforma migratoria. Voy a hacer todo en mi poder para aprobarla y asegurarme de que lo hagamos bien. Tenemos que apoyar a los trabajadores agrícolas, contar nuestra historia, y levantar nuestra voz colectiva para apoyar salarios justos y un camino a la ciudadanía para los trabajadores agrícolas.

Tony Cárdenas es congresista por el distrito 29 de California en la Cámara de Representantes.

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