NASCAR, el nuevo reto de Milka Duno

La piloto venezolana Milka Duno, al mando del coche No. 35, durante una de sus primeras carreras esta temporada, la primera completa en ARCA.

La piloto venezolana Milka Duno, al mando del coche No. 35, durante una de sus primeras carreras esta temporada, la primera completa en ARCA. Crédito: AP

NUEVA YORK — Milka Duno tiene un nuevo reto: convertirse en la primera hispana en correr en NASCAR.

En ese afán, la piloto venezolana ha hecho la transición de Indy a ARCA, donde se usan vehículos estandar, más conocidos como ‘stock cars’.

“Me encantaba correr en Indy”, explicó sobre su decisión de dar el salto. “Pero llegó ya el momento, al ver que no podía estar en un mejor equipo, que no podía ser más competitiva”.

“Tuve la oportunidad de hacer unas prácticas con stock car y dije ‘ok, es el momento de comenzar a hacer el cambio y la transición a stock car’, que era una oferta que tenía desde hace unos seis años”, añadió la piloto sudamericana en entrevista telefónica.

Milka está en su primer año completo en ARCA (Automobile Racing Club of America), que es como una división menor de NASCAR y sirve como plataforma para eventualmente anclar en esta última.

En su primera carrera al volante del auto No. 35 del equipo Venturini Motorsports, lideró la famosa prueba Daytona 500 hasta la decimoprimera vuelta. Asimismo, logró la ‘pole’ en Talladega; y una vez quedó entre los 10 primeros.

“Hemos tenido buenos resultados; obviamente estamos buscando más”, declaró. Con 1,305 puntos en siete carreras, Duno es séptima, de entre 86 pilotos profesionales y aficionados que compiten en ARCA.

La piloto de 41 años, que empezó a correr cuando tenía 24 —una edad inusual, aunque para entonces ya tenía varios títulos unviersitarios— se mostró satisfecha de estar en esta nueva serie dado que en Indy no tenía posibilidades de seguir ascendiendo.

Explicó que entre el 80-90% tiene que ver con el carro “porque la bravura como piloto todos lo tenemos cuando manejamos a 230 millas por hora”.

“Aquí, todos los autos son mucho más parejos y el extra lo pone el piloto”, destacó.

“ARCA Racing está celebrando 60 años de existencia. Es considerada la principal categoría de la división ARCA, está unos dos escalones debajo de la Copa Sprint de NASCAR y uno detrás de la serie Nationwide, y aunque sirve de trampolín a NASCAR, no está afiliada a ésta.

Milka ha dejado huellas como la primera hispana en las diferentes categorías del automovilismo deportivo en las que ha competido. “He llegado al tope en cada una de ellas”, destacó.

“Cuando corrí en prototipos, fui la primera mujer en llegar al más alto nivel en sport car, gané ocho carreras, tuve diferentes podios”, dijo.

En 2004, fue la primera mujer con dos victorias en Petit Le Mans Class 2.

“Cuando llegué a competir en Indy Car fui la primera latina en clasificar en 96 o 97 años de historia de la carrera”, reseñó. “Clasifiqué tres veces a las 500 Millas de Indianapolis”.

“Quería seguir subiendo, pero llegó un momento en que —al no tener un carro competitivo— no puedes hacer nada más”, se lamentó.

No obstante, calificó como “una gran experiencia” su paso por Indy.

“Haber clasificado tres años seguidos con equipos pequeños en el Indy 500 fue algo extraordinario… porque teníamos que hacer casi que milagros en equipos con presupuestos muy limitados”, dijo.

“Hubiese querido tener un auto mucho más competitivo pero creo que tengo que sacar la parte positiva de lo que fueron mis tres años en Indy”, acotó. “El siguiente paso que quiero dar es ir a Nationwide”.

Más adelante indicó que la transición no ha sido fácil, dado que es un carro “difícil manejar, pero estoy en una buena plataforma de aprendizaje”.

Está tan emocionada, que quisiera debutar en Nationwide este mismo año, “pero depende mucho de los patrocinantes”, dijo; por esa razón los pasados tres años compitió de forma parcial.

Además del talento detrás del volatne, Milka destacó en las aulas, es una calificada ingeniera naval, con cuatro ‘masters’, incluyendo arquitectura naval y biología marina.

Mientras se desempeñaba como ingeniera naval, en 1998, fue invitada por un amigo a participar en una prueba automovilística, descubrió que la velocidad era su pasión… ¡El resto es historia!

Y no se arrepiente de haber canjeado esos diplomas por el automovilismo.

“Mi educación, mi preparación como ingeniero, fue una gran ventaja para poder avanzar tan rápido en el automovilismo”, declaró. “Yo comencé a correr en 1999-2000 y he logrado muchísimas cosas, he ganado muchas carreras, he llegado a casi el tope de cada campeonato donde estaba en corto tiempo, relativamente, y la clave estuvo en la preparación que tenía como ingeniero… fue una gran ventaja”.

A través de su Fundación ‘Milka Way’, la piloto caraqueña busca inculcar a los estudiantes a que aprovechen las oportunidades, que se preparen, que tomen a la educación en serio “porque es la herramienta más poderosa que pueden poner en sus manos para su futuro”.

Desde 2004, el programa ‘Milka Way’ le ha llevado a 12 países del mundo, desde Estados Unidos, donde reside, a su natal Venezuela, Colombia, Perú, Guatemala, México, Puerto Rico, Japón, Canadá, según detalló.

“El objetivo es motivar a los niños, hacerles entender el valor que tiene la educación, inspirarlos, hacer que ellos entiendan que tienen una poderosa herramienta”, reiteró.

“Ellos son el futuro y me siento muy honrada de hacer mi pequeña contribución, porque de alguna manera, ellos siguen a los deportistas y nosotros debemos inspirarlos y darlos ejemplos positivos”, finalizó.

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