Una ola de protestas ahoga a todo Brasil

Gobierno decide reducir pasajes para frenar las múltiples manifestaciones

Manifestantes cierran una carretera en Valparaíso (Brasil), para exigir mejorías en el transporte público en el país.

Manifestantes cierran una carretera en Valparaíso (Brasil), para exigir mejorías en el transporte público en el país. Crédito: EFE

SAO PAULO — Miles de manifestantes se congregaron ayer para una nueva ronda de protestas masivas en Brasil. Desde la semana pasada, miles de personas han salido a las calles para expresar su descontento por la mala calidad de los servicios públicos y la corrupción gubernamental.

La policía acordonó el emblemático estadio Maracaná de Río de Janeiro y bloqueó el acceso a los manifestantes durante el partido de la Copa Confederaciones entre España y Tahití. Sólo se permitió la entrada al estadio a las personas que llevaban boleto.

La mayor de las más de 80 manifestaciones planeadas tuvo lugar en Río de Janeiro, en donde miles de manifestantes que ondeaban banderas y llevaban pancartas para exigir servicios públicos de calidad bloquearon varias calles y avenidas en una manifestación pacífica.

Se vieron escenas similares en Sao Paulo, Recife, Salvador y otras ciudades, en las que se reforzaron los escaparates de tiendas y las ventanas de los bancos en caso de que las protestas se tornaran violentas.

En Salvador, una ciudad ubicada al noreste del país, la Policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a una pequeña congregación de manifestantes que intentaban traspasar una barrera policial que bloqueaba una de las calles de la ciudad. Una mujer resultó herida en el pie.

En otras partes de Salvador, unos 5.000 manifestantes se reunieron en la plaza Campo Grande.

“Pagamos mucho dinero en impuestos, por la electricidad, por los servicios, y queremos saber dónde está ese dinero”, dijo Italo Santos, estudiante de 25 años mientras caminaba con cinco amigos rumo a la plaza.

Varios líderes municipales anularon ya los aumentos en las tarifas de autobuses y trenes subterráneos con la esperanza de calmar los ánimos.

En Sao Paulo, los organizadores de las protestas dijeron que las transformarán en un festejo para conmemorar la baja de las tarifas del transporte público.

Las protestas masivas son inusuales en este país de 190 millones de habitantes en el que las manifestaciones generalmente atraen a un número reducido de participantes politizados.

Muchos de los participantes de las marchas en Brasil provienen de la creciente clase media, que según cifras del gobierno ha crecido a unos 40 millones de personas durante la última década debido a la bonanza impulsada por las materias primas.

“Estamos en contra de un gobierno que gasta miles de millones de dólares en estadios mientras la gente sufre en todo el país”, dijo Natalia Querino, estudiante de 22 años.

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain