Artistas dan guerra por centro Julia de Burgos
El Julia de Burgos tiene un teatro y un espacio para eventos comunitarios. Crédito: EDLP
NUEVA YORK La situación que encara el Centro Cultural Latino Julia de Burgos no es poético pero en la letra de la poeta se ejemplifica la ardua lucha y agotadora que atraviesa el futuro de este entorno artístico de El Barrio.
Y a raiz de esta frustración es que frente al Centro Cultural Latino Julia de Burgos se va a armar hoy en la mañana una “guerrilla”, y los cañones que se emplearán será el arte escénico, ya que los artistas de El Barrio van a convertir en teatro la acera frontal de la institución en demanda de su reapertura.
Los grupos culturales PRIDA, PRIDE, VirtualBoricua.org y Agueybana Productions realizarán además una rueda de prensa para demandar una explicación de por qué el centro no ha sido abierto.
Eugene Rodríguez, el laureado poeta y dramaturgo de la compañía de teatro PRIDE, dijo que el Julia de Burgos lleva 18 meses cerrado, lo que ha afectado a los artistas de East Harlem que se presentaban en el teatro.
“Como no nos dejan entrar, vamos a hacer teatro afuera, con los grupos de teatro y artistas del área”, dijo Rodríguez. “Yo voy a presentar una pieza de Shakespeare, que arreglé de modo que en lugar de César, sea Julia”, señaló.
La manifestación por la reapertura del Julia de Burgos continuará el sábado, a las 4 p.m., con otras presentaciones al aire libre.
El Julia de Burgos tenía un teatro y una espacio para eventos comunitarios de 160 sillas.
Por más de dos décadas, la organización de arte Taller Boricua manejó el antiguo edificio de escuela pública luego de una renovación multimillonaria.
Pero en 2011, el casero del centro, la Corporación de Desarrollo Económico de la Ciudad de Nueva York, EDC, quitó la administración al grupo Taller Boricua que llevaba al frente 40 años, al parecer por quejas de que el grupo estaba cobrando cargos arbitrarios a organizaciones que querían alquiler el espacio.
La EDC seleccionó a la Julia de Burgos Arts Alliance, compuesta de grupos de artistas locales, y a la Federación Hispana, para manejar el espacio. La Alliance dijo que iba a firmar un alquiler de cinco años, iba insonorizar el espacio y proveer 1,700 horas de programación durante su primer año.
Pero todo quedó en promesa, y ahora los artistas están demandando que les devuelvan el espacio.
La concejal Melissa Mark-Viverito, quien propuso la Alliance, dijo en un comunicado que el retraso en la reapertura se ha debido a varios factores, entre ellos el “típico proceso burocrático de la ciudad”, e indicó que le ha propuesto a la EDC “que desarrollemos inmediatamente un mecanismo para que en el ínterin los grupos culturales alquilen los espacios, a lo cual el EDC ha accedido”.
