Ley antitabaquismo cumple 10 años

Se han dado avances en la concientización sobre esta problemática en Nueva York

El humo de segunda mano fue relegado a los exteriores con la Ley del Aire Limpio.

El humo de segunda mano fue relegado a los exteriores con la Ley del Aire Limpio. Crédito: EFE

ALBANY, NY — Restaurantes y oficinas con olor a ahumado, e incluso bares, autobuses y trenes llenos de humo se han convertido en una imagen histórica en Nueva York, estado que cumple el décimo aniversario de su histórica prohibición a fumar en lugares cerrados.

Los partidarios de dicha legislación aducen que ha salvado miles de vidas, a la vez que hizo desaparecer los peores temores de sus oponentes.

Lo cierto es que pocas medidas de Albany han impactado tanto la vida en Nueva York.

La ley relegó a la mayoría de los fumadores al aire libre mientras que alivió a los no fumadores del humo de segunda mano.

“La aprobación de la Ley de Aire Limpio en lugares cerrados del Estado de Nueva York (CIAA) fue un momento histórico para la salud pública”, dijo Blair Horner, vicepresidenta de la Red de Acción de la Sociedad Estadounidense del Cáncer. “En 2002, un bar o restaurante de Nueva York era esencialmente una caja de carcinógenos mortales. Para los trabajadores del área de la hostelería, un turno de ocho horas era una situación muy peligrosa”.

En la década que terminó en 2009, el tabaquismo entre los adultos de Nueva York se redujo de 22% a 17%. La proporción de fumadores que buscaban dejar de fumar aumentó de 54% a 65, dijo Horner.

Pero antes de eso, la medida costó empleos y negocios, dijo la Asociación de Restaurantes y Tabernas estatales, que demandó al estado por la prohibición en respaldo de los dueños de restaurantes y bares que estaban “petrificados por la ley”.

Pero eso no fue por mucho tiempo.

“Varias personas perdieron sus puestos de trabajo y sus negocios”, dijo el director ejecutivo de la asociación, Scott Wexler. “Pero a largo plazo, la medida no tuvo el impacto que la industria temía”.

Durante 18 meses después de la promulgación de la ley, bares y restaurantes cerraron o recortaron puestos de trabajo mientras los fumadores se quedaron en casa o iban a los clubes privados.

Wexler dijo que los restaurantes vieron un 3% a 4% de pérdidas, mientras que los bares registraron un 18% y la asociación perdió el 20% de sus miembros. Hoy en día, algunos propietarios se quejancuando están en competencia directa con los clubes privados o bares sin patios al aire libre donde se permite fumar. Los negocios se reanudaron rápidamente y varios operadores dijeron que nuevos clientes se sintieron atraídos por el ambiente libre de humo.

“Por el lado del negocio de restaurantes, nuestros miembros ahora están diciendo las cosas que los activistas antitabaco dijeron que iban a experimentar: Es agradable volver a casa sin olor a humo, es más barato mantener el restaurante limpio y no saben cómo trabajaron antes en un entorno con olor a ahumado”, señaló Wexler.

Tras encontrar algo de sombra en el calor de 90 grados, Donna Twitty fumaba fuera del cómodo comfort de los interiores con aire acondicionado en Albany. Pero a ella no le importaba en absoluto.

“Fue un ajuste”, manifestó la fumadora de 34 años y dos paquetes de cigarrillos a la semana. “Pero yo prefiero hacerlo al aire libre porque la gente no tiene que inhalar el humo cuando fumo”.

Sin embargo, la perspectiva todavía es bastante caliente en el otro extremo del cigarrillo.

“La incursión en la vida privada a través de una opción de vida establecida jurídicamente no es nada para celebrar”, dijo Audrey Silk, fundadora del grupo de derechos ‘Ciudadanos cabildean contra el acoso al fumador’. “Las cuestionables estadísticas sobre la salud y los negocios son irrelevantes”.

El Departamento de Salud del Estado está preparando datos actualizados para divulgarlos esta semana, cuando la prohibición de fumar en lugares cerrados y sus multas $1,000 será cumplan 10 años el miércoles.

“Queda mucho por hacer”, dijo Horner.

En la actualidad, 25,000 adultos en Nueva York mueren cada año víctimas del tabaquismo. Proyecciones de la Sociedad del Cáncer informan que 389,000 menores de 18 años morirán prematuramente.

“El estado de Nueva York ganó una batalla contra las tabacaleras en este frente, pero la guerra está lejos de terminar”, finalizó Horner.

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