Dangond promociona su vallenato en EEUU

El cantante causó polémica con la portada de su más reciente disco en donde aparece con el uniforme del ejército colombiano.

Dangond dice que "La novena batalla", que en Colombia salió el 14 de junio, es un disco más alegre que sus producciones anteriores.

Dangond dice que "La novena batalla", que en Colombia salió el 14 de junio, es un disco más alegre que sus producciones anteriores. Crédito: Especial

Silvestre Dangond aparece posando con el uniforme del ejército colombiano en la portada de su más reciente disco. La foto ha despertado críticas y ha sido vista por algunos como una apología a la guerra, pero el cantante de vallenato asegura que la idea era homenajear a los soldados colombianos.

“Lo hice como un homenaje a los soldados que luchan por esa paz que queremos todos”, dijo el cantante de vallenato en una entrevista reciente con The Associated Press en Nueva York. “Yo siempre quise prestar servicio militar. Es una frustración que tengo, nunca pude hacerlo”.

Dangond se encuentra promocionando “La novena batalla”, su noveno disco de estudio, con el que quiso reconocer el trabajo del Ejército Nacional colombiano y resaltar “la labor de estos soldados nuestros que no saben si algún día van a regresar”.

Aunque poco tienen que ver las letras del álbum con el conflicto armado colombiano, el músico se trasladó a la base de entrenamiento militar de Tolemaida, en el centro de su país, para tomarse las fotografías. Y allí tuvo tiempo de compartir con soldados y aprender de sus dificultades en combate.

El disco de 14 cortes, que contiene el éxito “La difunta”, fue producido por Dangond y su siempre amigo Rolando Ochoa. El título también hace alusión a la lucha constante del artista, cuyo trabajo es como “una batalla”, dice. “Cada día que te levantas es un reto. A mí me toca luchar mucho”.

El camino no ha sido fácil para el intérprete de éxitos como “La gringa” y “La colegiala”.

Dangond nació en un hogar humilde donde a pesar de la adversidad la música siempre estuvo presente.

Su padre, el también cantante William José “El Palomo” Dangond, le inculcó desde muy joven el cariño por las letras del vallenato. Sin embargo la familia no vivía de la música sino de un restaurante improvisado en el terminal de transportes de Valledupar, donde Silvestre recogía los platos de las mesas.

Dangond solía cantar en los descansos mientras estudiaba y los fines de semana pasaba el tiempo en los estancos donde se reunían los vallenateros de la época.

Cuando era pequeño le decían “Chivas”, porque era el encargado de servirle el whiskey a los veteranos músicos de la época, entre ellos el maestro Iván Zuleta.

El cantante de 33 años ha pasado los últimos diez trabajando en su música. Debutó en 2002 con el disco “Tanto para ti” y se convirtió en una revelación del vallenato. Desde entonces ha grabado éxitos como “No me compares con nadie” y ” El cantinero” y ha sido nominado en tres ocasiones a los Latin Grammy.

Hoy es el protagonista del “silvestrismo”, un movimiento que ha cruzando fronteras y que ha logrado popularizar el vallenato en países como Argentina, Panamá y Venezuela.

Sus seguidores se reconocen por sus camisetas rojas con estrellas blancas y salen en masa a saludarlo en las diferentes ciudades que visita.

Aunque la prensa de su país ha cuestionado la similitud del vestuario del “silvestrismo” con el del “chavismo”, el músico asegura que “no tiene nada que ver y que la selección del color fue una casualidad”, aunque se ha dicho simpatizante del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez.

“No somos ningún movimiento político, somos un movimiento musical”, recalca y aclara que se siente “responsable de llevar un mensaje positivo a la juventud”.

Acompañado por sus “muchachos”, entre los que destacan talentosos acordeoneros, Dangond trae su más reciente música a Estados Unidos.

A pocas horas de presentarse junto a sus compatriotas Jorge Celedón y Carlos Vives en un concierto de celebración de la independencia de Colombia el pasado fin de semana en la vecina Nueva Jersey, Dangond resalta que para él “venir a Nueva York es como cuando voy a Maracaibo o a Valledupar”, porque aunque también goza de gran popularidad en este país “muchos de mis fanáticos no pueden regresar al país por miedo al secuestro, a la extorsión. Y en días como éste, pienso en ellos”.

Radicado hace más de un año en Miami, Dangond dice que ahora le puede dedicar más tiempo a su esposa Piery Avendaño y a sus tres hijos Luis, Silvestre y José, aunque asegura que el cambio de residencia lo hizo principalmente para crecer como artista y “posicionar el género vallenato en el mundo”.

Además, resalta que una de sus responsabilidades como figura pública es dar ejemplo a las nuevas generaciones.

“Diomedes no tuvo una vida como la que todos sus seguidores hubieran querido”, hablando de Diomedes Díaz, uno de los mayores exponentes del vallenato que cayó en la drogadicción. “Las cosas que a él le pasaron nos sirven a todos para no cometer los mismos errores”.

Para Dangond, la única forma en conseguir el reconocimiento es ” luchar muy duro por lo que queremos, con convicción”.

Y agrega: “El éxito depende de la disciplina del artista”.

Dangond dice que “La novena batalla”, que en Colombia salió el 14 de junio, es un disco más alegre que sus producciones anteriores.

“Es una farmacia musical”, agrega. “El que quiera curar un mal de amores, ahí lo tiene”.

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