Glaucoma, si se detecta a tiempo se conserva la visión

Esta enfermedad se considera una de las principales causas de ceguera en el mundo

El glaucoma es un grupo de varias enfermedades que dañan las células del nervio óptico, que transmiten información visual desde el ojo hasta el cerebro.

El glaucoma es un grupo de varias enfermedades que dañan las células del nervio óptico, que transmiten información visual desde el ojo hasta el cerebro. Crédito: Esta imagen es una obra derivada de Eye por Shawn Carpenter, disponible bajo la licencia Licencia de Atribución "Sharealike" en http://www.flickr.com/photos/spcbrass / 2294936412/

El glaucoma aparece cuando la presión del líquido que se encuentra dentro de los ojos aumenta gradualmente. Este aumento de presión puede causar pérdida de visión y hasta ceguera. No es considerada una enfermedad única, sino un grupo de patologías que van causando la degeneración progresiva del nervio óptico, cuya función es conducir la información visual captada por el ojo hasta el cerebro.

El glaucoma es la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo. Actualmente, lo padecen 70 millones de personas. De éstas, 2 millones viven en los Estados Unidos. La prevalencia aumenta con la edad: 2.1% de quienes lo padecen son mayores de 40 años, y 3.9% tienen más de 70 años.

Lo peligroso de esta lesión es que hasta fases muy evolucionadas es asintomática, de tal forma que el paciente no es consciente de su existencia hasta que el glaucoma está muy avanzado. De allí que la detección temprana es fundamental para tratarlo a tiempo y evitar la ceguera.

A medida que avanza, la persona con glaucoma puede notar que la visión lateral comienza a fallar. Si progresa, la pérdida de la vista es completa. Después de los 40 años, una visita anual al oftalmólogo para una evaluación completa será la única manera de estar seguro de que la presión ocular es la correcta.

Conforme progresa el glaucoma, usted podría notar algunos síntomas como dolor en el ojo, enrojecimiento, dificultad para distinguir objetos cercanos y disminución del campo de visión. Si siente un dolor repentino y agudo, acompañado con dolor de cabeza y visión borrosa, puede ser una señal de que la presión interna en el ojo está muy alta. En ese caso, debe acudir al oftalmólogo de inmediato.

El tratamiento para el glaucoma busca prevenir cualquier pérdida de visión futura mediante el control de la presión intraocular. No le devolverá la visión que ya no tiene; no obstante, le puede ayudar a prevenir que el deterioro siga. Las exploraciones rutinarias ayudarán a determinar si existe riesgo de desarrollar la dolencia en el futuro.

No hay un grupo de riesgo específico para el glaucoma, más allá de la edad; sin embargo, algunos estudios han determinado que las personas con ascendencia afroamericana o que poseen antecedentes familiares de glaucoma, mala visión en la juventud, diabetes o que han seguido tratamientos con corticoesteroides pueden ser propensas a padecerlo.

Quienes tienen siempre una tensión intraocular elevada deben tener más precauciones, así como aquellas personas que sufren de miopía e hipermetropía muy avanzadas.

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