Sara Yarbrough: ‘Capitana’ de la Bolsa de Valores

Sara Yarbrough entró en la Bolsa de Valores de Nueva York, en un programa para veteranos.

Sara Yarbrough entró en la Bolsa de Valores de Nueva York, en un programa para veteranos. Crédito: JosE Acosta

NUEVA YORK — La veterana de guerra hondureña Sara Yarbrough es un ejemplo de dinamismo. De cajera de un deli se enroló en las filas del Ejército, luego se dedicó al más difícil de los trabajos: ser madre, y últimamente entró en la Bolsa de Valores de Nueva York, en un programa para veteranos.

Yarbrough (Henríquez de soltera) llegó a los Estados Unidos desde su natal San Pedro Sula en 1985, pedida por su madre. Tenía 18 años, el diploma de secundaria, y venía con el sueño de conseguir mejores oportunidades.

Lo primero que hizo fue trabajar en un deli como cajera, “no sabía mucho inglés y ni conocía el nombre de las monedas, pero me lancé”. Tras cuatro años en ese empleo, se cansó de hacer el mismo trabajo y buscó ampliar sus horizontes.

En 1990, en plena Guerra del Golfo Pérsico, la hondureña se presentó en la Oficina de Reclutamiento de la Fuerza Aérea y les dijo que quería ser piloto. Le preguntaron si tenía un diploma universitario y cuando Yarbrough contestó que no, le dijeron que volviera cuando lo hubiera obtenido.

¿Y qué pasó después?

Me fui a la Oficina de Reclutamiento del Ejército, en El Bronx, y me aceptaron y me preguntaron qué quería hacer, y les contesté que no quería estar sentada, que quería hacer cosas con las manos y estar en movimiento, y así fue que me hice mecánico de turbinas.

¿Cuál era su función y qué hizo tras salir del Ejército?

Estaba en la Unidad de la Aviación y reparaba helicópteros, especialmente los instrumentos eléctricos. Ahí estuve seis años, y en 1997 me casé y dejé el Ejército cuando salí embarazada de mi hija Isabela. En ese tiempo fui a Baruch College y terminé una licenciatura en informática. Yo era de la Reserva y hacía trabajos esporádicos para la Armada, en El Bronx, y en 2003 me dieron órdenes para ir a la Guerra de Irak.

¿Qué hizo en Irak?

Asignada a Inteligencia Militar. Estuve en combate pero nunca bajo fuego. Cuando sucedía algún incidente, yo era la encargada de recabar información para el comandante. En Irak duré un año. Luego, el año pasado, ingresé a Per Scholas y me certifiqué en reparación de computadoras.

¿Cómo y cuándo entra a la Bolsa de Valores?

El pasado 3 de junio comencé un programa de verano para veteranos, llamado NYSE Veteran Associate. No puedo detallar mi trabajo, porque es confidencial, pero es en el área de procesamiento de datos, llamado Market Data, donde se vende información acerca de las acciones. Somos 28 veteranos, entre ellos siete mujeres y cuatro latinos, y el programa dura ocho semanas. Es un trabajo muy dinámico, algo que me gusta. Y hay oportunidades de conseguir empleo permanente en empresas de la Bolsa de Valores.

¿Cuáles son sus planes futuros?

Entrar a la Universidad Columbia a certificarme en análisis de datos.

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