Insisten en prohibir ‘sodas gigantes’

La Ciudad pide se revise la regulación que fue rechazada por un tribunal estatal

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APAP Crédito: AP

NUEVA YORK/AP — La Corte de Apelaciones, el máximo tribunal del estado, debería considerar la medida de la Ciudad de Nueva York que busca evitar la venta de refrescos azucarados de gran tamaño, argumentaron los abogados municipales en una solicitud pública hecha ayer.

El pedido se esperaba después que una corte de nivel inferior dictaminó la semana pasada en contra de la medida. La misma pondría un límite de 16 onzas al tamaño de las gaseosas no dietéticas y otras bebidas con alto contenido calórico que se venden en muchos restaurantes.

Un juez bloqueó la normativa en marzo, poco antes de que fuera puesta en vigor en los restaurantes, cines, carritos de comida y otros establecimientos.

La ciudad ve la regulación como necesaria para su lucha contra la obesidad y las enfermedades relacionadas.

“Este es un asunto de salud pública urgente que merece una cuidadosa revisión por parte de la corte más alta del estado”, dijo Michael Cardozo, principal abogado de la Ciudad, en un comunicado. “El Consejo de Salud debe ser capaz de combatir la creciente epidemia de obesidad, y hay precedente claro de la junta para tener esa autoridad”.

La Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA) ha liderado la lucha contra la regulación. El grupo que congrega a los fabricantes de refrescos manifestó que confía en que el fallo de inconstitucionalidad se mantendrá.

“Esperamos que este asunto finalmente se resuelva”, dijo la organización en un comunicado.

La asociación de bebidas y otros críticos argumentan que la junta de salud sobrepasó sus límites, que el regulación restringiría las opciones de los consumidores y que es injusta, ya que exime a los supermercados, tiendas de conveniencia, las bebidas alcohólicas y las bebidas a base de leche.

No se fijó una fecha para la Corte de Apelaciones decida si va a revisar el caso.

La medida sufrió un revés la semana anterior, cuando en una opinión unánime, un panel de cuatro jueces de la División de Apelaciones de la Corte Suprema dijo que aunque la junta tiene el poder de prohibir que se sirvan en público los alimentos “intrínsecamente nocivos”, las bebidas azucaradas no caen en esa categoría.

Según el tribunal, el consumo de refrescos no es necesariamente perjudicial si se hace con moderación, y por lo tanto “no puede ser clasificado como un peligro para la salud”.

El panel no se refirió a si el límite de tamaño habría vulnerado las libertades personales, pero dijo que al adoptar esa medida, la Junta de Salud asumió incorrectamente poderes legislativos amplios dados solamente a los órganos legislativos, como el Concejo Municipal.

El alcalde Michael Bloomberg, la fuerza impulsora detrás de la regulación, prometió en ese momento una apelación rápida.

“La decisión es un revés temporal y tenemos la intención de apelarla, a la vez que continuamos la lucha contra la epidemia de la obesidad”, dijo en un comunicado, tras esa decisión.

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