Se declara culpable de matar árbitro

Una pareja muestra sus respetos durante una  ceremonia realizada el 8 de mayo para rendirle tributo al fallecido  árbitro Ricardo Portillo, quien murió  debido a los golpes provocados por un joven futbolista.

Una pareja muestra sus respetos durante una ceremonia realizada el 8 de mayo para rendirle tributo al fallecido árbitro Ricardo Portillo, quien murió debido a los golpes provocados por un joven futbolista. Crédito: ap

Denver, COlorado/EFE — Un adolescente de Salt Lake City (Utah), acusado de haber golpeado en abril pasado a un árbitro de fútbol, causándole la muerte, se declaró ayer culpable de homicidio por ataque físico, evitando así los cargos de asesinato y el ser juzgado como adulto.

El joven, de 17 años, dio a conocer su declaración durante una audiencia judicial entre su abogado defensor, el fiscal a cargo del caso y la jueza juvenil de distrito. En esa audiencia se buscaba determinar si el acusado seguiría en la corte juvenil o pasaría a la corte de adultos.

Según las autoridades, el joven, cuyo nombre no se reveló oficialmente, golpeó en la cabeza a Ricardo Portillo durante un encuentro de fútbol de una liga local el pasado 27 de abril.

Portillo, de 46 años, siguió dirigiendo el partido, pero pocos minutos después cayó al suelo y fue llevado de urgencia a un hospital, donde falleció una semana después.

El menor le dijo a la jueza de su caso, Kimberly Hornak, que en el momento del suceso estaba “frustrado con el referí”.

Según testigos, momentos antes del ataque, Portillo había cobrado una infracción en contra del joven, quien jugaba de arquero, quien expresó su disgusto con un puñetazo en el rostro del árbitro.

Monte Sleight, abogado defensor del menor, dijo que el joven es “un buen muchacho y un excelente estudiante que cometió un terrible error”.

La fiscalía había pedido que el joven fuese juzgado como adulto por la seriedad del caso y por el hecho de que próximamente cumplirá 18 años. Los fiscales también pidieron que no se le conceda la libertad condicional, por temor de se fugue junto a su familia.

El pedido se basa en el hecho de que, tras el ataque, el joven y su padre se alejaron del campo de juego donde se había producido la agresión, a pesar de que se les pidió que se quedasen y se les informó de la gravedad de la situación de salud de Portillo.

Por su parte, el abogado defensor indicó que la familia del acusado ha residido en Utah por veinte años y que el muchacho, lejos de fugarse, se entregó a las autoridades al enterarse de que las autoridades le estaban buscando.

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