Olvidan millonaria incautación 14 policías dominicanos

Los bienes le fueron confiscados a un grupo religioso de inmigrantes alemanes

Foto tomada el día en que las autoridades dominicanas intervinieron con el grupo religioso compuesto mayormente por inmigrantes alemanes.

Foto tomada el día en que las autoridades dominicanas intervinieron con el grupo religioso compuesto mayormente por inmigrantes alemanes. Crédito: AP / Archivo

SANTO DOMINGO, República Dominicana — La Procuraduría dominicana abrió una investigación contra 14 policías por el supuesto robo de bienes valuados en $1.5 millones de dólares que fueron confiscados de manera irregular a varios inmigrantes alemanes durante un cuestionado allanamiento en 2012.

Los agentes allanaron el 17 de octubre en Sosúa, 225 kilómetros al norte de la capital, varias viviendas de inmigrantes alemanes miembros de una organización religiosa, incluida la residencia de Peter Brunck, líder del grupo y quien permanece detenido.

El procurador general Francisco Domínguez Brito detalló este jueves en declaraciones a periodistas que el Ministerio Público realiza una investigación para determinar la responsabilidad de los agentes en la desaparición de los bienes confiscados.

Detalló que luego de nueve meses del allanamiento las autoridades no han encontrado las supuestas cajas fuertes, joyas y otros bienes que los alemanes alegan fueron sustraídos de sus viviendas.

La policía informó el martes que por las irregularidades sancionó de forma disciplinaria a tres generales por negligencia y ordenó la suspensión o cancelación definitiva de 14 agentes.

Y este jueves el periódico Listín Diario publicó que uno de los agentes dio detalles en los interrogatorios de cómo fueron confiscadas las cajas fuertes. Otros cinco policías reconocieron haber visto las cajas fuertes y varios de ellos no han podido justificar algunas transacciones bancarias.

Jacobo Mateo Moquete, vocero de la policía, declinó comentar sobre la veracidad del informe publicado por el periódico. Recordó que la investigación aún está en curso por parte del ministerio público y no se pueden difundir los detalles.

Las autoridades informaron en octubre de 2012 que la requisa en el complejo cerrado de lujosas residencias de veraneo en Sosúa se debió a quejas de vecinos que denunciaron la existencia de un polígono de tiro, armas de grueso calibre y actividades clandestinas.

Ulrich Muehl, secretario del grupo religioso, dijo en un correo electrónico enviado a The Associated Press que la información sobre esas supuestas actividades ilícitas era falsa.

“Nuestra verdad es vista como mentira, mientras las mentiras de otros se convierten en verdades”, dijo Muehl, al asegurar que su organización “ha sido tratada muy mal por la prensa durante años”. Brunck, de 61 años, y su grupo religioso imparten seminarios sobre el supuesto legado de culturas extraterrestres y el fin del mundo.

La investigación de la Procuraduría contra los agentes comenzó luego de que el abogado de Brunck, José Carlos González, presentó en las últimas semanas una querella contra los policías por la sustracción de tres cajas fuertes con dinero en efectivo y joyas, así como equipos de cómputo, aparatos eléctricos y vehículos, incluida una ambulancia y un automóvil blindado, valuados en $1.5 millones de dólares.

Aunque los agentes sólo tenían orden para allanar la casa de Brunck y otras seis viviendas, González denunció que los policías ingresaron a las otras 14 residencias que componen el complejo de veraneo y sustrajeron diversos bienes, incluidas las tres cajas fuertes que estaban incrustadas en las paredes.

Diversos grupos civiles nacionales y organizaciones internacionales han denunciado con frecuencia la supuesta corrupción y violaciones a los derechos humanos por parte de agentes de la policía.

Amnistía Internacional detalló en un informe de 2012 que, según datos oficiales, unos 12,000 agentes fueron destituidos entre 2007 y 2010 por hechos vinculados a corrupción. El grupo de derechos humanos también denunció casos de abuso de autoridad por parte de la policía y la muerte de civiles a manos de los agentes.

Durante el allanamiento en Sosúa fueron detenidos Brunck y su hijo por supuesta posesión ilegal de armas, mientras Peter Demetrick murió en un presunto enfrentamiento armado con los agentes. La esposa de Demetrick, Isabella Dietrich, de 46 años, también fue arrestada por haber disparado contra la patrulla policial.

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