Boricua pierde custodia de hija tras quemarla en Florida
Un juez decidirá quién cuidará de la menor cuando la den de alta del hospital
Roberto López y Yadzia Ivelisse Morales quedaron presos. Crédito: Suministrada
Kissimmee (FL), 9 ago – Un juez decidiría este viernes con quién vivirá una menor puertorriqueña que permanece hospitalizada, bajo protección estatal, después de que su madre y la pareja de ésta le arrojaran un balde de agua hirviendo encima, como castigo.
La menor, de 6 años, y cuya identidad no será revelada, sufrió quemaduras de tercer grado cuando su madre, Yadzia Ivelisse Morales, y el novio de ésta, Roberto López, le arrojaron agua hirviendo porque la niña “no paraba de llorar”, dijo a Efe Carrie Hoeppner, portavoz del Departamento de Niños y Familia de Florida, (DCF en inglés).
Hoeppner indicó además que están haciendo diligencias para que la niña, que recientemente llegó desde Puerto Rico a Florida, quede bajo la guarda de familiares.
“Esta niña apenas llegó hace dos semanas, no sabemos si para quedarse a residir con su madre o si se encontraba de visita”, dijo Hoeppner.
“Ella está estable, pero las quemaduras son horribles y cubren más del 30% de su cuerpecito”, añadió.
La portavoz de DCF dijo que el juez para decidirá quién se hará cargo de la menor, que “obviamente no volverá a residir con su madre”.
Un reporte de la Policía de la ciudad de St. Cloud, en el condado de Osceola, donde vivía la pareja junto a la menor, indica que recibieron una queja de abuso infantil por parte de la madre de López, quien notó quemaduras en el cuello y espalda de la niña mientras la cuidaba el pasado jueves.
“El caso aún está siendo investigado y la pareja podría enfrentar más cargos“, dijo a Efe la sargento Dennis Robert, de la Policía de St. Cloud.
La pareja fue arrestada bajo cargos de abuso infantil agravado y permanece en la cárcel del condado sin derecho a fianza.
El abuso infantil ha sido descrito como un flagelo social en Florida, donde el año pasado las autoridades de protección infantil investigaron 215,664 reportes de abuso en todo el estado, de los cuales el 14% (19,690) correspondieron a menores hispanos, según las más recientes estadísticas del DCF.
