‘Secuestrador disparó al FBI’
El hombre que raptó a jovencita fue abatido por los agentes

Agentes del FBI esperan abordar el helicóptero Blackhawk en el aeropuerto de Cascade durante búsqueda de James DiMaggio. Crédito: AP
SAN DIEGO, California. James Lee DiMaggio, el hombre que secuestró a una adolescente de 16 años luego de matar a la madre y al hermano menor de la jovencita, hizo al menos un disparo contra agentes del Buro Federal de Investigaciones (FBI) antes de morir abatido a tiros en las montañas de Idaho, informaron ayer las autoridades.
Además, según el Sheriff del condado de San Diego, Bill Gore, Hannah Anderson, la joven secuestrada, no sabía que su madre y hermano habían muerto, hasta que fue rescatada.
“Esta claro en la información que recibimos que ella estaba bajo una presión extrema”, dijo Gore al canal KSWB-TV de San Diego. “Fue llevada fuera del condado, fuera del estado, claramente en contra de su voluntad”.
DiMaggio, de 40 años, disparó al menos una vez con un arma durante el rescate que tuvo lugar el sábado, dijo Gore. “La primera regla es intentar rescatar al rehén aquí y ojalá apresar al sospechoso. Eso no ocurrió en este caso”.
Brett Anderson, el padre de Hannah, se reunió con su hija el domingo en un hospital en Boise, Idaho, adonde voló horás después de su rescate en un campamento cerca del lago Alpine. Hannah también se reunió con su gato gris, que había estado con ella en las montañas.
Según se ha revelado, DiMaggio sintió por Hannah una fascinación incontenible que lo llevó el 4 de agosto a incendiar su propia casa cerca de la frontera con México y a dejar en los escombros los restos de Eathan y Christina Anderson, hermano menor y madre de la joven, respectivamente.
Marisa Chávez, compañera de clases de Hannah, declaró a medios locales que hace unos meses DiMaggio las conducía en su automóvil cuando le dijo a Hannah que estaba enamorado de ella.
Señaló que la joven se abstuvo de informar a su madre para evitar un conflicto entre DiMaggio y Christina Anderson, quienes eran amigos desde hacía años.
De acuerdo con Chávez, Hannah ya no quiso estar a solas con DiMaggio a partir de ese comentario.
Cuando secuestró a Hannah, el hombre provocó una búsqueda desde los restos de su casa en Boulevard, unos cuatro kilómetros al norte de la frontera con México, hasta los límites con Canadá y luego a todo EEUU.
Los jinetes que se tropezaron con la jovencita californiana y su secuestrador dijeron el domingo que el encuentro les provocó dudas porque parecían fuera de lugar y mal equipados para andar en la región agreste de Idaho.
Mark John dijo que no se mostraron amistosos y que la jovencita tenía puesta una piyama o pantalones de correr, y que el hombre parecía llevar solo una mochila ligera.
“Parecían estar fuera de lugar”, dijo John, de 71 años, ex jefe de la Policía del condado Gem. “El pudiera haber estado acostumbrado a andar en la naturaleza en California, pero no en Idaho… Entonces me surgieron dudas”.
John dijo que cuando regresó a su casa vio la Alerta Amber en busca de Anderson, y entonces contactó a la policía.
Los agentes avistaron inicialmente a dos personas que parecían ser Anderson y DiMaggio el sábado por la tarde, mientras sobrevolaban la zona en un avión, según un comunicado de Andrea Dearden, portavoz de la Policía del condado Ada.
El aire estaba lleno de humo de varios incendios forestales lejanos y eso dificultaba observar bien el terreno, dijo Dearden. Los jefes policiales decidieron entonces enviar un equipo de rescate de rehenes del FBI para extraer de inmediato a Hannah.
La zona montañosa es muy agreste y el punto más cercano donde los helicópteros podían depositar el equipo estaba a más de dos horas de camino a pie. Los agentes se acercaron poco a poco al campamento, esperaron a que DiMaggio y Hannah se separaran y entonces entraron en acción.
Cuando lo ubicaron, el FBI lo cercó con al menos 150 agentes, incluido su equipo de tácticas especiales.