Denuncian uso excesivo de fuerza letal en Egipto

Un hombre permanece entre los escombros de la iglesia copta de San Juán, en Abnub, al este de Assiut,  en El Cairo,Egipto.

Un hombre permanece entre los escombros de la iglesia copta de San Juán, en Abnub, al este de Assiut, en El Cairo,Egipto. Crédito: efe

Nueva York/EFE — El uso excesivo en injustificado de fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad egipcias es la principal causa del elevado número de víctimas en las protestas de ese país, denunció ayer Human Rights Watch (HRW).

La organización de defensa de los derechos humanos emitió el resultado sobre una investigación de los acontecimientos de la semana pasada en Egipto, que comenzaron con el desmantelamiento el miércoles por parte de las autoridades de campamentos urbanos de protesta convocados por los Hermanos Musulmanes.

Según las autoridades, el total de muertes de ese día fue de 638, incluyendo 43 agentes de policía, pero HRW indica que al menos en el desmantelamiento del campamento de Rab’a al-Adawiya hubo “al menos 377” muertos, frente a los 288 reconocidos por el Gobierno.

“La decisión de usar munición real a gran escala desde el principio refleja el fracaso en respetar los estándares internacionales básicos de policía sobre el uso de la fuerza letal”, señaló la organización en un comunicado.

Ese nivel de uso de la fuerza no se justifica por las acciones de los manifestantes o la “limitada posesión de armas” por algunos de ellos, añadió HRW, que también lamentó que no se ofreció la posibilidad a que los participantes en las protestas pudieran marcharse de forma segura.

“El excesivo en injustificado uso de la fuerza letal constituye la peor respuesta posible ante la situación tan tensa de Egipto”, señaló Joe Stork, director en funciones de HRW para Oriente Medio y el Norte de África.

HRW indicó que está investigando la disolución de los campamentos de protesta de los Hermanos Musulmanes de Rab’a al-Adawiya (en Nasr City) y de Nahda (en Giza), de los que la primera fue la más grave.

Además, Human Rights Watch criticó a las fuerzas de seguridad por no proteger las iglesias cristianas coptas que fueron atacadas por militantes islámicos en represalia por la violencia.

Al menos 32 iglesias fueron atacadas y veinte de ellas fueron incendiadas, en unos incidentes en los que murió un cristiano.

Las autoridades egipcias de seguridad “son responsables” no solo por lo que hicieron en la represión de las protestas, sino por su fracaso en proteger a las iglesias y las comunidades cristianas “frente a ataques de represalia predecibles”, afirmó Stork en la nota.

De otro lado, los Hermanos Musulmanes denunciaron ayer la detención de al menos 400 de sus dirigentes en los tres últimos días, y acusaron a las autoridades egipcias de haber torturado y calcinado a 36 detenidos cuando eran trasladados a una prisión.

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