La reforma es el sueño

Hispanos se unen a la recordación del discurso de Martin Luther King Jr.

Dos asistentes a la marcha realizada en Washington.

Dos asistentes a la marcha realizada en Washington. Crédito: AP

WASHINGTON (EFE). — La comunidad hispana se unió a la afroamericana en el 50 aniversario de la marcha sobre Washington por los derechos civiles, una manifestación en la que se volvió a presionar al Congreso para que saque adelante una reforma migratoria integral.

Tanto los oradores, varios de ellos hispanos, como el público asistente, concordaron en la necesidad de encontrar una solución para los 11 millones de indocumentados que se calcula residen actualmente en Estados Unidos, y no dudaron en establecer paralelismos entre la situación que viven actualmente los inmigrantes con la que experimentaban los negros en los años 60.

“Una reforma migratoria debe ser adoptada para terminar con el acoso que sufren nuestros hermanos y hermanas y para proveerlos de un camino a la ciudadanía”, aseguró en su parlamento Martin Luther King III, hijo del famoso activista afroamericano que hace 50 años pronunció el histórico discurso “I have a dream” (Tengo un sueño).

Aunque los afroamericanos fueron abrumadora mayoría en una marcha que logró convocar a decenas de miles de personas en el corazón de Washington, blancos e hispanos también asistieron a un evento que, en palabras del fiscal general, Eric Holder, tuvo un carácter más integrador que el de 1963.

Junto a las camisetas en memoria del joven afroamericano Trayvon Martin, asesinado en 2012 por un vigilante voluntario, y a los carteles críticos con la reciente sentencia del Tribunal Supremo que invalidó una parte clave en la protección del derecho al voto de las minorías raciales, las proclamas a favor de la reforma migratoria tuvieron gran presencia en la manifestación.

“La comunidad hispana afronta hoy en día retos similares a los que vivieron los afroamericanos hace cincuenta años. Ahora, por ejemplo, estamos peleando por la reforma migratoria, por nuestra gente, para que sean ciudadanos de pleno derecho y puedan votar”, explicó a Efe la activista latina Itzel Guillén, quien se desplazó desde San Diego (California) expresamente para la ocasión.

Por su parte, otro de los asistentes, Rodolfo Treviño, vecino de Texas que acudió junto a su hijo, se mostró convencido de que, si Martin Luther King viviese hoy día, apoyaría la reforma.

“La hubiese apoyado, porque él estaba con los inmigrantes que vienen aquí para trabajar duro. Ahora, estamos aún peleando por la igualdad en los salarios que ganamos las personas pertenecientes a minorías: hispanos, negros…”, indicó a Efe Treviño.

La comunidad hispana respondió así al llamamiento que varios políticos y líderes latinos como el congresista Luis Gutiérrez o la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, realizaron durante los pasados días, al considerar “básica” la unión de las minorías para alcanzar objetivos conjuntos en lo referente a la defensa de los derechos civiles.

Entre los oradores destacados de ayer, además de Martin Luther King III y Eric Holder también se encontraron otros símbolos de la defensa de los derechos civiles en el país, como el congresista John Lewis, el único orador vivo de la marcha de hace 50 años y Myrlie Evers-Williams, viuda del activista Medgar Evers, fallecido apenas dos meses antes de aquel memorable agosto de 1963.

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