A paso sereno domina el Abierto

Serena Williams jugó tranquila para vencer en dos sets a su joven contrincante

Serena Williams pegó 22 golpes ganadores y erró sólo 13 en su triunfo sobre Sloane Stephens.

Serena Williams pegó 22 golpes ganadores y erró sólo 13 en su triunfo sobre Sloane Stephens. Crédito: AP

NUEVA YORK—Serena Williams sigue arrolladora y dio cuenta en dos sets de la joven Sloane Stephens, cobrando venganza de la que derrota que esta le propinó en los cuartos de final del Abierto de Australia.

A Williams le bastó una hora y veintisiete minutos de partido para continuar con un año espectacular en el que sólo ha perdido cuatro encuentros.

Uno de esos fue la derrota ante Sloane a principios de año.

“Este era un partido grande, pero me concentré porque no quería que esa sensación me afectara”, dijo la tenista tras conseguir la victoria.

Esta vez Serena salió con la tarea de impedir que se repitiera los de Australia.

Con parciales de 6-4 y 6-1, la número uno del mundo mostró ese juego superior que la pone como gran favorita para llevarse el torneo, que sería el tercero que consigue en su carrera.

Para cuartos de final, la siguiente rival de Williams será la española Carla Suárez Navarro, que sorprendió a la alemana Angelique Kerber.

Serena no reposa, hoy jugará en dobles con su hermana Venus contra Ana Pavlyuchenkova y Lucie Safarova.

Murray sigue defensa de su corona

El campeón vigente Andy Murray supo salir adelante en un día de calor al vencer 7-6 (2), 6-2, 6-2 al alemán Florian Mayer para desembarcar en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos.

Los ultimos días del verano en Nueva York, con una humedad de bochorno, tienden a exigir al máximo la resistencia de todo tenista, inclusive del que esté al tope de su condición física.

Pero Murray se las arregló con solvencia para superar las condiciones frente a Mayer, el número 47 del mundo y dueño de un poco convencial revés de slice con dos manos. Luego de pasar algunos apuros en el primer set, el escocés y tercer cabeza de serie dominó a placer en los siguientes dos parciales.

Murray levantó las dos bolas de quiebre que enfrentó y acumuló 42 winners al liquidar el partido en 1 hora y 59 minutos en el estadio Arthur Ashe.

Hace 12 meses, en este mismo escenario, Murray puso fin a la sequía de 76 años sin ver a un varón británico levantar la copa de campeón en un Grand Slam. Y recién en julio, en el césped de Wimbledon, también terminó la espera de 77 años en el torneo de casa, con el primer título de un británico en la Catedral.

Murray afirma que juega con la calma que significa haberse quitado la losa de acabar tantos años de decepciones.

“Las expectativas son enormes, pero ya no tengo la misma presión para ganar”, dijo Murray a pie de cancha. “Me siento más tranquilo encarando estos torneos con respecto a hace un año”.

“Me tocó jugar en condiciones muy adversas frente a un rival que complica, que le pega con ángulos extraños. Me costó entrar en ritmo”, añadió Murray. “Es una felicidad haber podido pasar en tres sets.

Con información de Associated Press

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