Duelo sin un favorito absoluto

El español Rafael Nadal tiene la ventaja en sus enfrentamientos directos con  el serbio Novak Djokovic.

El español Rafael Nadal tiene la ventaja en sus enfrentamientos directos con el serbio Novak Djokovic. Crédito: ap

NUEVA YORK/AP — Entre Novak Djokovic y Rafael Nadal no hay tregua cuando se cruzan en una cancha: sus partidos tienen el sello de garantía de que será un clásico.

El del lunes por el título del Abierto de Estados Unidos será el episodio número 37 de una vibrante rivalidad en la que siempre entregan lo mejor de sí. Se trata de la mayor cantidad de encuentros entre dos en la era de los abiertos del tenis, dejando atrás los duelos John McEnroe-Ivan Lendl y Jimmy Connors-Ivan Lendl.

“Hay una sensación especial cuando te toca ser parte de esta clase de partidos”, sintetizó Nadal.

Y es el mejor desenlace posible para el último Grand Slam de la temporada, un choque entre los dos primeros del escalafón.

Nadal manda 21-15 en la estadística entre ambos y 7-3 en las grandes citas, pero Djokovic marca el paso 11-6 en superficies duras.

“Sin falta es el mayor desafío en el tenis actual”, comentó el serbio Djokovic, quien al acceder a la final se aseguró permanecer en la cima del ránking. “Nadal es el competidor supremo en el deporte. Pelea cada pelota, y ahora mismo está exhibiendo el mejor tenis de su vida en superficies duras”.

Lo sabroso de esta rivalidad, a diferencia de la de Nadal con Roger Federer, es que se trata de una pulseada en la que se han alternado en el dominio desde su primer enfrentamiento en 2006.

Cuando Djokovic superó a Nadal en la final del US Open 2011, esa fue la sexta de siete victorias en fila sobre el español. Pero éste logró revertir la dinámica y ha ganado cinco de los últimos siete partidos, incluyendo un triunfo en cinco sets en semifinales del Abierto de Francia.

A una pregunta sobre los mejores y peores momentos frente al serbio, Nadal se tomó varios segundos para meditar sobre sus choques por todos los rincones del planeta. Se han visto las caras en diversos escenarios: desde la arcilla de París y el césped de Wimbledon hasta las canchas duras en Melbourne y Nueva York, midiéndose también en Juegos Olímpicos y Copa Davis.

Está la inolvidable final del Abierto de Australia de 2012 en la que ambos estuvieron a punto de desmayarse por el cansancio tras librar una batalla de cinco sets en cinco horas y 53 minutos, que fue la final más larga de la historia en los Slams y que acabó con Djokovic triunfante.

“No me voy a hacer el tonto. En una final como esta preferiría jugar contra otro, frente a alguien con quien tenga más posibilidades de ganar”, dijo Nadal. “Sólo espero que Novak no tenga un partido ultrabrillante”.

Será la tercera vez en cuatro años que dirimen el título del US Open en el estadio Arthur Ashe, con la excepción del año pasado cuando Nadal no pudo jugar debido a lesiones en la rodilla izquierda. El primer asalto en 2010 fue para el ibérico, mientras que Djokovic se tomó revancha en 2011. Ambos partidos se definieron a cuatro sets.

Nadal va por su 13er título de Grand Slam, mientras que Djokovic apunta el séptimo.

Djokovic tiene la mayor cantidad de victorias este año en canchas duras (31), pero Nadal está invicto (21-0). Otro dato sobre Nadal: ha sido finalista en 12 de sus 13 torneos disputados en 2013. ¿La excepción? Una derrota en la primera ronda de Wimbledon.

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