La inmigración y el 9/11

Hoy se conmemoran 12 años de los ataques terroristas del 9/11. Recordamos a los que perdimos, los que respondieron y cómo esta ciudad se unió para recuperarse de la inolvidable devastación.

También es un recordatorio de cómo el 11 de septiembre afectó a miles de familias inmigrantes.

Mientras el presidente Bush en aquel entonces tenía la intención de iniciar reformas, después del 9/11 el clima cambió. Todo aquel que no era percibido como americano era considerado una amenaza. El cabildeo antiinmigrante se aprovechó de la situación para confundir las preocupaciones de seguridad nacional, controlando la frontera y criminalizando a los inmigrantes.

Como resultado, los ataques ataron el esfuerzo de combatir el terrorismo a la forma en que se imponen las leyes de inmigración.

Consecuentemente se creó el departamento de Homeland Security la agencia sombrilla que supervisa los departamentos de Seguridad Interna, Inmigración y Aduanas (ICE), Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS), and U.S. Aduanas y Protección Fronteriza (CPB), con un presupuesto estimado en casi $600 mil millones.

La remoción de inmigrantes mediante deportaciones aumento de 200,000 a 400,000 entre el 2001 y el 2012.

La restructuración de las leyes de inmigración y leyes anti terroristas pos 9/11 permiten a las autoridades ejecutar detención y deportación a inmigrantes acusados de romper la ley sin un proceso judicial justo .

Se calcula que entre 2010 y 2012, las autoridades deportaron a más de 200,000 inmigrantes. Un ejemplo lo es la Familia Laos. Originarios del Perú y residentes de Nueva York. En un reciente reporte de este periódico. Estos se se encuentran en un centro de detención en Nueva jersey. Su único crimen fue estar ilegalmente en los Estados Unidos. Y a pesar de ser inmigrantes ejemplares bajo las leyes de inmigración son una amenaza a la seguridad nacional.

La discusión en el Senado y en la Cámara para crear una reforma comprensiva de inmigración se ha concentrado en la seguridad nacional y militarización de la frontera. La mayoría de los fondos federales van dirigidos a inflar el presupuesto de seguridad mediante la demonización de los inmigrantes.

Este es el legado del 9/11 en cuanto a la reforma migratoria.

El Congreso tiene que ser más astuto en cuanto al el futuro de esta nación. La necesidad de la mano de obra inmigrante es necesaria para impulsar nuestra economía hacia adelante. Esto significa producir una reforma migratoria sensata y humana.

El 11 de septiembre de 2001, había trabajadores indocumentados en las torres. Ellos estaban apoyando a sus familias y tratando de realizar el sueño americano. En su memoria, exhortamos a la delegación de Nueva York en el Congreso y el Caucus Hispano en la Cámara para presionar a sus colegas y cumplir con la reforma.

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