Controle el colesterol

Orlando/La Prensa — Septiembre es el ‘Mes de la Concienciación sobre el Colesterol’ y el daño a la salud que éste puede causar. Edúquese sobre esta enfermedad y cómo se puede prevenir o controlar, pero antes que nada unas definiciones son necesarias.

El colesterol es una sustancia suave, parecida a la grasa, que se encuentra en el flujo sanguíneo y en todas las células de su cuerpo, el cual genera todo el colesterol que necesita.

Las grasas saturadas, grasas trans y el colesterol que come pueden elevar su nivel de colesterol en la sangre. Tener ese nivel muy alto puede llevar a un mayor riesgo de sufrir una enfermedad del corazón o un ataque cerebral.

El colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) a menudo es llamado “colesterol malo”. Cuando uno tiene demasiado colesterol LDL en la sangre, puede unirse con grasas y otras sustancias y acumularse en las paredes internas de sus arterias, taparse y encogerse, y así el flujo sanguíneo se reduce.

Si esta acumulación de placa se rompe, puede formarse un coágulo en ese lugar o puede desprenderse un trozo y viajar en el torrente sanguíneo. Si un coágulo bloquea el flujo sanguíneo hacia su corazón, provoca un ataque al corazón. Si un coágulo bloquea la arteria que conduce la sangre al cerebro, puede resultar en un ataque cerebral.

El colesterol con lipoproteína de alta densidad (HDL) se denomina “bueno”. Elimina el colesterol dañino de las arterias y ayuda a protegerlo contra ataques al corazón y cerebrales. Es mejor tener abundante colesterol HDL en su sangre.

Por otro lado, los triglicéridos son el tipo más común de grasa en el cuerpo. Se producen en el cuerpo y en los alimentos. A menudo se encuentran altos niveles de triglicéridos en sangre en personas que tienen altos niveles de colesterol, problemas cardíacos, sobrepeso o diabetes.

Existen diferentes tipos de grasas en los alimentos que comemos. Las grasas saturadas son el tipo que aumenta el colesterol en la sangre, por eso no son buenas para usted.

Éstas se encuentran en la carne de órganos como el hígado, los mariscos, el queso, los productos lácteos enteros, yemas de huevo y grasas sólidas como la manteca; y además en el aceite de coco, aceite de palma y aceite de palmiste.

Las grasas trans se producen agregando hidrógeno a los aceites vegetales y tienden a elevar el colesterol en la sangre. Se utilizan en los alimentos horneados comerciales y para cocinar en muchos restaurantes y cadenas de comida rápida. También se encuentran naturalmente en la leche y la carne.

Las grasas poliinsaturadas se encuentran en aceites vegetales y de pescado. Éstas tienden a reducir el colesterol en la sangre cuando se consumen moderadamente y se utilizan para reemplazar a las grasas saturadas o trans.

Las grasas monoinsaturadas se encuentran en los aceites de oliva, canola, maní, girasol y cártamo. En una dieta baja en grasas saturadas, estas grasas pueden bajar el colesterol en la sangre.

Reduzca el consumo de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y colesterol.

Realice actividades físicas de intensidad moderada como caminar a paso enérgico al menos 30 minutos todos los días.

Consuma más alimentos bajos en grasas saturadas y colesterol y altos en fibra, como frutas y verduras, granos enteros y productos de granos, chícharos, guisantes y frijoles, productos lácteos sin grasa y bajos en grasa, carnes magras y carne de aves de corral sin piel, nueces y semillas.

Pierda peso si es necesario y mantenga un peso saludable.

Este artículo incluye información de la Asociación Americana del Corazón.

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