Daniel Brühl acelera en la pista con ‘Rush’

El actor español da vida a Niki Lauda una de las mayores glorias de Fórmula Uno.

El actor español da vida a Niki Lauda una de las mayores glorias de Fórmula Uno. Crédito: cortesia

Los Ángeles — Hay años que definen la carrera de un actor para siempre.

Es muy posible que 2013 sea el que marcó a Daniel Brühl.

Este barcelonés de 35 años —de padre alemán y madre española— estrenará durante los últimos meses de este año “Rush” —donde da vida al legendario corredor de Fórmula Uno, Niki Lauda— y “The Fifth State” —cinta en la que se detalla los eventos que condujeron a los Wikileaks—.

En ambos casos, comparte cartel con dos nombres destacados del panorama actual del cine: Chris Hemsworth, el popular Thor en el primer caso, y Benedict Cumberbatch, alabado por su trabajo en la serie Sherlock y villano de “Star Trek Into Darkness”, en el segundo.

Pero es Brühl quien emerge como el nombre propio de ambas producciones, especialmente la primera.

El actor, hasta ahora visto en papeles secundarios en títulos como “Inglourious Basterds” o “The Bourne Ultimatum”, adopta no sólo la imagen de Lauda, sino también su personalidad arisca, determinada y concienzuda.

“Rush” —que se estrenó el fin de semana pasado en Los Ángeles y Nueva York y llega este viernes a todo el país— detalla la relación entre éste y James Hunt (Hemsworth), rivales enterno en las pistas de carreras de Fórmula Uno en los años 70, y ha sido dirigida por Ron Howard (A Beautiful Mind, The Da Vinci Code).

Durante una visita a Los Ángeles para su promoción, Daniel César Martín Brühl González Domingo, su nombre completo —que creció en Alemania y debutó a principios de los 90 en diversas series televisivas germanas—, habló con La Vibra.

‘Rush’ sucede en una época irrepetible en la historia de la Fórmula Uno. Cuando te enfrentas a un personaje como el de Niki Lauda, ¿qué libertad creativa tienes como actor?

Al principio de todo me dio miedo y respeto. Yo crecí en Colonia y siempre supe quién era Niki Lauda. Después de la alegría de que me ofrecieran el papel me dije: “vaya. Ahora tengo que interpretarlo”.

Al principio quería acercarme lo máximo [al personaje], no sólo aprendiendo cosas imprescindibles, como conducir coches de carreras, estar un mes en Viena para aprender el acento austríaco… si no también entrar en contacto con Niki. Y por suerte él estuvo dispuesto a pasar mucho tiempo conmigo y a responder a todas las preguntas que tuve.

Incluso hablamos de cosas muy sensitivas, como la muerte, el miedo y superar ese miedo. Llega un punto en el que tienes que distanciarte y crear el resto [del personaje] a tu manera. Porque hubo muchas cosas que yo no pude entender.

Por ejemplo, el accidente: después de que 40 días se recuperó y otra vez empezó a luchar por el campeonato del mundo. Si tú no has tenido una experiencia parecida es algo que ni es humano. Es increíble. Tú tienes que pensar en tus propios miedos y experiencias, pensando en la muerte…

Es una cuestión de encontrar el equilibrio entre estar libre y crear algo que tú te inventas con tu creatividad y trabajar con algunos elementos que son muy cercanos al personaje, como el idioma o los gestos.

Hablas de ese desafío constante a la muerte…

Hay que pensar en tus propios riesgos y superar el miedo. Esa es una lección que aprendí de Niki, porque si quería que todo saliera bien, era muy importante ser suelto y no dar demasiada importancia en lo que la otra gente piensa.

Esa es la actitud de Niki y eso lo aprendí de él. En su modo de ser muy directo, muy poco diplomático… algo que hace porque es un hombre muy enfocado, no quiere perder el tiempo. Yo, como Daniel, aprendí de él, porque soy más diplomático y a veces he tratado de evitar conflictos y me he preguntado por qué no he sido más valiente. Siento cierta envidia [por Niki Lauda].

Tú tienes al papel difícil de la película, el más antipático, comparado con el de Chris Hemsworth.

Sí, para nosotros era muy importante que, a pesar de la rivalidad que existió [entre Lauda y Hunt], existiera esa buena relación y sobretodo el respeto. Eso siempre me gustó del guión, que es una estructura interesante, porque simpatizas con los dos.

No es una película convencional, donde hay un héroe, o un bueno y un malo. [Esa química] pasó de manera natural, porque Chris [Hemsworth] somos muy diferentes, física y culturalmente. Él es un surfero australiano relajado… los dos notamos que no necesitábamos crear esa rivalidad en el rodaje.

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