Las mentiras de hispanos en NYC para no ir a trabajar

Los testimonios no equiparan los del caso del guardia de seguridad Mariano Barbosa Jr., detenido por provocar pequeños incendios en los hoteles donde laboraba para ahuyentar a los clientes

Aunque ya no lo hace, Ely Martínez, repartidor de pizzas, admitió que en el pasado mintió para no ir a trabajar y estar con su novia.

Aunque ya no lo hace, Ely Martínez, repartidor de pizzas, admitió que en el pasado mintió para no ir a trabajar y estar con su novia. Crédito: Humberto Arellano / EDLP

Nueva York — La noticia de que el guardia de seguridad Mariano Barbosa Jr. fue detenido la semana pasada por provocar pequeños incendios en los hoteles donde trabajaba, para ahuyentar a los clientes y no tener que laborar tanto, marca un nuevo récord en cuanto a excusas para no trabajar.

Barbosa Jr., de 30 años, presuntamente provocó ocho incendios sin consecuencias graves en dos hoteles de lujo de Manhattan: el SoHo Grand en West Broadway, y el Yotel, en la 10ª Ave. y calle 42.

Aunque esta medida resulta extrema, lo cierto es que mucha gente se vale de excusas para no ir a trabajar, como demuestra una pequeña encuesta callejera de El Diario/La Prensa.

“Un día dije que un tío de mi padre había muerto y que tenía que irme para mi país”, aseguró María, una niñera que no quiso revelar su apellido ni su nacionalidad. Según explicó, lo que quería era irse de vacaciones, pero se inventó la muerte del familiar para poder faltar al trabajo.

“Cuando era joven usaba muchas excusas para no ir a trabajar, pero ahora soy muy responsable con mi trabajo y trato de no faltar”, apuntó.

Aunque Ely Martínez, de 26 años, no ha llegado al extremo de provocar incendios o de “matar” a un familiar, sí ha llamado a su jefe en el pasado con la excusa de que tiene gripe.

La enfermedad es una excusa muy recurrente de varios de nuestros entrevistados.

“Dolor de garganta, fiebre y gripe son las justificaciones más comunes para no ir a trabajar, especialmente los viernes”, dijo una mujer que sólo se identifico como Carolina.

En cambio, Carlos Villa ha fingido estar enfermo un día lunes, según él, después de sufrir las secuelas de divertirse en grande todo un fin de semana.

“Una vez estaba demasiado cansado y dije que me dolía el estomago porque una comida me cayó mal y al parecer tenía un virus”, dijo Villa, y aclaró: “Sólo esa vez llame enfermo”.

Alejandro Benítez, empleado de un restaurante en Queens, alguna vez ha mentido para no presentarse a laborar, pero ahora, según él, ya no finge estar enfermo para no trabajar.

“Cuando era chamaco, unos 15 años atrás, inventaba que estaba un poco enfermo y que no podía ir a trabajar. Entonces, me iba a jugar fútbol”, confesó Benítez.

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