Un empate le basta a Honduras

Maynor Figueroa, defensa catracho.

Maynor Figueroa, defensa catracho. Crédito: ap

Honduras — La selección de Honduras, que el domingo llegó a Jamaica, solo piensa en la clasificación directa al Mundial de Brasil hoy, en el último partido del hexagonal final de la Concacaf, que a la vez será tomado por el colombiano Luis Fernando Suárez como una suerte de graduación como técnico.

A Honduras le basta un empate para sellar su boleto al Mundial de Brasil, mientras que Jamaica lo único que busca es terminar en casa de la mejor manera posible y producir algún dolor de cabeza a su rival de turno.

Los pupilos del alemán Winfried Schafer acumularon pobres resultados en las eliminatorias, con apenas cuatro puntos en nueve partidos, de los que perdió cinco y empató cuatro.

El equipo de Honduras que dirige el colombiano Luis Fernando Suárez, ganó el viernes como local por 1-0 a Costa Rica, un rival que desde la octava fecha de la competición ya había asegurado su pase al próximo Mundial, lo mismo que Estados Unidos.

Suárez, quien dirigió a la selección de Ecuador en el Mundial de Alemania, comentó antes de viajar a Jamaica que el partido hay que ganarlo y que ese es el objetivo de jugadores y cuerpo técnico.

Añadió que todavía hace falta un punto para asegurar la clasificación y que, si lo logra, hasta entonces sentirá que en verdad se ha “graduado como entrenador”.

El estratega de Honduras podría hacer algunos cambios con respecto a la alineación titular que salió contra Costa Rica el viernes, por lesiones del defensa Emilio Izaguirre, el centrocampista Wilson Palacios y el delantero Jerry Bengtson.

Jamaica perdió por 2-0 el partido de ida contra Honduras que se jugó en Tegucigalpa el 11 de junio pasado.

Los hondureños, que han sumado catorce puntos, dependen de ellos mismos para clasificarse directamente al Mundial de Brasil, aunque incluso podrían lograr ese propósito aún perdiendo contra Jamaica, siempre y cuando Costa Rica venciera a México, que revivió sus esperanzas tras vencer por 2-1 a Panamá el pasado viernes.

Para los panameños, que se enfrentan como locales a Estados Unidos, buscar la clasificación en una repesca ha quedado más remota.

Aturdidos aún por el golazo mexicano a cinco minutos del final que acabó prácticamente con sus esperanzas de ir a su primera Copa Mundial, los panameños se repiten a sí mismos “no está muerto quien pelea”.

“Hay una pequeña chispa de luz y a ella nos estamos aferrando”, dijo el volante de contención Gabriel Gómez.

A esta altura, no obstante, ir al mundial de Brasil requerirá un verdadero milagro: Tendrán que ganarle a Estados Unidos y esperar que México pierda en su visita a Costa Rica.

Si se dan esos resultados, y dependiendo de los marcadores, Panamá podría terminar cuarto en la eliminatoria de la CONCACAF y jugar repechaje.

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