Obamacare no detendría el turismo médico hacia Tijuana

Cada año, alrededor de medio millón de ciudadanos cruzan la frontera del sur en busca de servicios de salud

Las filas en la frontera con Tijuana de personas que ingresan a México para un chequeo médico o una operación son interminables.

Las filas en la frontera con Tijuana de personas que ingresan a México para un chequeo médico o una operación son interminables. Crédito: La Opinión - / Aurelia Ventura

TIJUANA — Aunque la reforma de salud en Estados Unidos cumpla su objetivo de darle cobertura médica a todos los ciudadanos y residentes legales en el país, a partir del próximo 1 de enero, es posible que el turismo médico hacia Baja California —principalmente hacia Tijuana— continúe.

Ni los funcionarios de Tijuana, ni las asociaciones de profesionales médicos se atreven a predecir el efecto que tendrá la Ley de Salud a Bajo Precio (ACA) o “Obamacare”, pero personas como Francisco Zea, quien creció viajando a esta ciudad para diferentes tratamientos dentales y de ortodoncia, comentó que seguramente seguirá cruzando la frontera en busca de los servicios que el seguro médico no cubre.

“Desde que yo estaba pequeño mis padres me traían al dentista, al médico y después al ortodoncista… Ahora que tengo trabajo sigo viniendo”, dijo Francisco, quien acompañó a su padre Guadalupe a una visita post-quirúrgica de los ojos.

Francisco dijo que su empleador está buscando opciones para inscribir a sus empleados en un plan de salud el próximo año, pero que ninguna de las alternativas de seguro médico cubren servicios dentales ni de visión.

“De seguro tendremos que seguir viajando”, indicó el joven de 23 años.

Por lo general, las pólizas de seguros de salud no cubren servicios de oftalmólogia u optometría; tampoco tratamientos odontológicos.

Sólo en algunos casos, el Medicare —el seguro de salud para personas mayores de 65 años o incapacitados— cubre el costo de procedimientos de la visión.

El padre de Francisco, tiene Medicare y Medi-Cal, pero el seguro no costea una operación para limpiarle el ojo, por ser considerada electiva. Sin embargo, sin este procedimiento, Guadalupe corre el riesgo de perder la visión. Por esto, el fin de semana pasado, la familia Zea cruzó la frontera una vez más en busca de un cirujano oftalmólogo.

La Zona Río se ha convertido no sólo en la puerta grande de bienvenida para las personas que llegan en vehículo a las lujosas clínicas, sino también en uno de los motores principales de la economía tijuanense.

Las autoridades de turismo de Baja California calculan que casi medio millón de pacientes viajan a este estado mexicano en busca de servicios médicos, dentales y de visión.

La oficina de turismo estima que, en el 2010, unos 282,000 pacientes procedentes de Estados Unidos —principalmente de California— y la costa oeste de Canadá llegaron a la ciudad y ahora la cantidad supera las 300,000 personas.

Dalia Pio, una residente de San Diego de 47 años, se sometió a una cirugía de reconstrucción de abdomen, levantamiento de busto y liposucción el pasado 17 de octubre.

A tan sólo dos días de la operación, dijo que las dos razones principales por las cuales decidió cruzar la frontera para operarse fue el costo y porque se siente más a gusto que su doctor y todas las personas a su alrededor hablan español.

“Después de tener cinco hijos mi cuerpo ya no era lo mismo… Por eso ahorré para hacerme la cirugía”, explicó Dalia.

La mujer relató que ahorró por una década para poder realizarse esta cirugía estética y que le costó la mitad de lo que hubiese pagado en San Diego.

El doctor Richardo Vega, cirujano plástico que se anuncia en revistas de belleza, de turismo y que tiene carteles de publicidad en la frontera, dijo que si bien es cierto que el costo es entre 40% y 70% más barato en Tijuana que en Estados Unidos, no es el motivo de la popularidad del turismo médico.

“La gente aquí se siente más cómoda, están mejor atendidos, la calidad de los servicios es muy buena y tenemos la misma tecnología y preparación que los profesionales de otras partes del mundo. Además, sus familiares pueden venir a acompañarlos y entretenerse mientras sus seres queridos reciben tratamiento”, sostuvo el especialista.

En la avenida Paseo de Los Héroes y el bulevar Aguas Calientes se ubican muchas de las clínicas de lujo. Algunas, como la del Dr. Vega, están en edificios opulentos que pudieran estar ubicados en cualquier megaciudad en EEUU. Y para completar el ambiente, hay Starbucks, restaurantes, bares y hoteles.

Karim Chalita Rodríguez, director del Cluster Médico, Dental y Hospitalario de Baja California y fundador del Grupo Médico de La Piedad, destacó que alrededor del 80% de las cirugías en los hospitales privados se realizan a extranjeros o mexicanos que regresan a su tierra en busca de tratamientos.

“Las cirugías más populares son la bariátrica (pérdida de peso) y las plásticas. Debido a que tenemos precios muy competitivos, buena calidad y nuestros hospitales son de primera, somos una excelente opción para los compatriotas que viven al otro lado de la frontera y para cualquier persona que busca calidad a buen precio”, dijo el Dr. Chalita.

El salvadoreño Ancelmo Aguilar, de 72 años y residente en Los Angeles, necesitaba una cirugía en la retina que Medicare no le cubría. A su hija le recomendaron a un cirujano oftalmólogo en Tijuana, quien le podía hacer la operación a mitad de precio.

“El doctor tiene muy buena reputación. Nos recomendaron que vinieramos a esta clínica”, expresó Ancelmo. El hispano se sometió la cirugía hace un mes en la Clínica de Ojos de Tijuana, ubicada frente a la Casa de Cultura de Tijuana y a cinco minutos de la frontera de San Isidro.

Otros pacientes llegan a los consultorios por casualidad como Peggy Miranda, una chilena residente en Los Angeles, quien decidió tomarse unos días de vacaciones con su esposo y, cuando pasó frente a una clínica dental, preguntó cuánto dinero le costaría arreglarse un diente.

El dentista José Velázquez la revisó gratuitamente y le dijo que le cobraría $45.

“Con mi seguro dental me dijeron que sería por lo menos $90… Estoy muy contenta de haberlo arreglado. No tenía planeado hacerlo, pero ahora me siento tranquila que el diente ya no me dará problemas”, manifestó Peggy.

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