Justicia demorada

Para los latinos y afroamericanos que viven bajo el yugo de “Parar y Revisar”, la decisión del tribunal de apelaciones la semana pasada en demorar las reformas policiacas es sencillamente justicia denegada.

En la ciudad de Nueva York, el Bronx en particular, residentes y visitantes de miles de edificios privados están en riesgo de ser arrestado por el mero hecho de estar afuera en la cera de edificios denominados “Clean Halls” o Pasillos Limpios. ¿El crimen? Translimitación. ¿La evidencia? El hecho que usted ha salido de tal edificio.

Vuelvo y repito que son los mismos residentes que también son acusados del crimen de translimitación si no tienen una tarjeta de identificación adecuada. Los visitantes que fallan en convencer a la policía que tenían permiso para entrar también son arrestados. El hecho que los arrestos son efectuados afuera de estos edificios en áreas públicas no se le escapó a la juez federal Sara Scheindlin.

Tampoco se le escapó el hecho que las acusaciones no conllevan testigos que podrían colaborar que tal joven cometió la translimitación de entrar sin autorización. En el 2011, hubo más de 1,600 arrestos de esta índole en El Bronx. Esto es la definición de un arresto inconstitucional. . Así mismo dictaminó la juez Scheindlin cuando ordenó el cese completo de estos arrestos en el caso Ligon v. City of New York.

El caso más amplio sobre “Parar y Revisar”, es Floyd v. City of New York, desarrolló aún más evidencia de la inconstitucionalidad en las prácticas del NYPD. Millones de residentes de Nueva York, jóvenes afroamericanos y latinos, son sospechados de crimen y sujeto a detenciones cuestionables y cateos innecesarios cada día durante la administración del Alcalde Bloomberg. La juez Scheindlin concluyó que la Ciudad permitió estas prá cticas policiacas basadas en sospechas generalizadas contra afroamericanos y latinos. La constitución requiere la sospecha individual, no el perfil racial.

La Ciudad postuló que la sospecha generalizada justifica la táctica cuando afroamericanos y latino cometen la mayoría de crímines violentos. Scheindlin respondió, eso sería razonable si la práctica de “Para y Revisar” fuese dirigida solamente a identificadas de cometer crimines. Al contrario, cuando 88% de los detenidos son completamente inocentes el programa tiene menos que ver con investigaciones policiacas y más con abusos constitucionales.

Scheindlin no prohibió la táctica de “parar y revisar”, sino que ordenó ciertas reformas para asegurar el requisito de sospecha individual.

Todas las reformas fueron suspendidas por el tribunal de apelaciones. Ahora la policía puede volver a detener sin freno y puede arrestar a residentes y visitantes por translimitación en el Bronx, sin preocupación. Solo una decisión del tribunal a favor de estos jóvenes en quien sabe cuántos meses, los podría salvar. O tal vez si el alcalde electo Bill de Blasio concede la batalla en las cortes y reinstituye un régimen constitucional en el departamento de policía. Un régimen con sentido común y con el respeto que merecen nuestros barrios.

Mientras tanto, diariamente en nuestras comunidades, la justicia demorada es justicia denegada.

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