Votan a favor de un mayor control de las armas

La medida aprobada en Sunnyvale no ha sido bien recibida por la Asociación Nacional del Rifle

REDWOOD CITY.— La de este martes 5 de noviembre fue una jornada electoral con poco entusiasmo ciudadano en el Área de la Bahía, con baja participación. Sin embargo, una medida municipal despertó mucho interés. Y ya que al final pasó, será interesante continuar monitoreando su desarrollo por la lucha legal que puede desatarse, y porque es símbolo de un problema que no se soluciona y de un debate que no se produce en el país.

Los votantes de Sunnyvale, en el condado de Santa Clara, aprobaron por arrolladora mayoría instrumentar una de las leyes más estrictas sobre control de armas, este martes 5. La Asociación Nacional del Rifle (NRA), que ya había prometido escarmiento antes del comicio, se prepara para demandar a Sunnyvale en los tribunales federales con el fin de que no entre en vigencia la llamada Medida C.

La iniciativa fue apoyada por el 66 por ciento de los 15 mil votantes que participaron en la elección. En total, sólo acudió a votar o envió sus boletas el 20 por ciento del padrón.

La medida C obliga a los dueños de armas de fuego a que denuncien inmediatamente a la policía si le robaron alguna de ellas. Además, quien tenga armas debe guardarlas bajo llave en su casa, y deberá descartar (botar) los cargadores con capacidad de diez municiones o más. Las armerías por su parte deben llevar registros detallados de las ventas de municiones.

El alcalde Tony Spitaleri fue quien puso la medida C en la papeleta electoral. El martes por la noche se mostró muy emocionado por la victoria y por el alto porcentaje de aprobación.

Spitaleri, quien dijo que la medida C era una respuesta a la masacre de niños en una escuela de Newtown, Connecticut en 2012, comentó además que los votantes “están hartos de la violencia generada por las armas de fuego. Por eso enviaron un mensaje a otras ciudades, diciéndoles que había que hacer algo y que [en Sunnyvale] ese proceso ya comenzó”.

Los que se oponían a la construcción de condominios en la zona del Embarcadero en San Francisco comparaban el proyecto con la derrumbada autopista costera —que tapó la vista del puerto hasta que en 1989 sucumbió al sismo de Loma Prieta y fue desmantelada luego—.

Y ganaron.

La edificación proyectada iba a llamarse 8 Washington, un complejo de departamentos de lujo cuyos defensores (el alcalde Ed Lee, el ex alcalde y vicegobernador Gavin Newsom entre ellos) presentaban como parte de un gran parque a construirse en el Embarcadero. Si las medidas B y C eran aprobadas, el límite de altura de los edificios en el Embarcadero se iba a incrementar “por única vez” para este proyecto, a 6 pisos.

Más del 60 por ciento de los votantes se opusieron a las dos medidas por las cuales se ponía el proyecto a consideración de los electores. De acuerdo con el ex alcalde Art Agnos, 8 Washington iba a ser un paraíso “para los súper ricos, para los nuevos millonarios generados por la entrada de Twitter a la Bolsa. La clase media sufre una crisis de vivienda, y mientras tanto, otros quieren construir edificios altos y de lujo”, dijo Agnos.

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