Reclaman derecho a estar en el Ejército

'Dreamers' se unen para presionar porque se les permita luchar por este país

Miembros de la 'Armada de Soñadores'  reinvidicaron ayer,  ante las oficinas del congresista Michael Grimm,  su deseo de enrolarse en el Ejército estadounidense.

Miembros de la 'Armada de Soñadores' reinvidicaron ayer, ante las oficinas del congresista Michael Grimm, su deseo de enrolarse en el Ejército estadounidense. Crédito: <copyrite>edlp</copyrite><person>Juan Matossian< / person>

Nueva York — En el Día de los Veteranos, dreamers e inmigrantes indocumentados reclamaron en Staten Island su derecho a servir en el Ejército y la aprobación de la reforma migratoria.

Lo hicieron frente a la oficina del legislador republicano Michael Grimm, el único congresista del área metropolitana de Nueva York que se opuso al primer proyecto de ley de la reforma, y que representa a ese condado.

Uno de ellos fue César Vargas, al que sus padres trajeron de México cuando tenía cinco años, y que desde los atentados del 11 de septiembre lleva intentando sin éxito ingresar en las fuerzas armadas.

“Mi único sueño ha sido siempre servir a este país que me ha dado tanto”, dijo Vargas. “Por desgracia, ni aunque tenga DACA, me lo han permitido”.

El mexicano dirige la organización “Dream Army” (Armada de Soñadores) que representa a alrededor de 70 dreamers que desean algún día formar parte del Ejército.

Una de ellas es Jennifer Vázquez, que a sus 16 años tiene ya claro que quiere ingresar en las fuerzas armadas.

“No es justo que mi estatus legal no me deje hacer carrera en el Ejército”, expresó Vázquez, que acudió a la manifestación con una gorra militar en la que había cosido su nombre. “Los congresistas tienen que abrir sus ojos y ver a quienes no les están dejando cumplir sus sueños”.

A otro de los manifestantes, Anthony Pérez, 55 años, su condición de cubano-estadounidense le permitió servir en el Ejército durante la crisis de los rehenes de Irán, y quiere que otros inmigrantes latinos tengan el mismo derecho.

“Es inconcebible que los que quieren servir por los valores de este país y que están dispuestos a morir por él, no tengan ya un camino para la ciudadanía”, señaló Pérez. “Y los inmigrantes que están trabajando honradamente todos los días se merecen el mismo derecho”.

Staten Island es el condado tradicionalmente más conservador de la ciudad de Nueva York, pero la perspectiva de sus habitantes hacia asuntos como la reforma migratoria está cambiando.

Una reciente encuesta de Public Policy Polling reveló que el 72% de las personas que viven en Staten Island están a favor de que el Congreso apruebe el proyecto de la ley de la reforma, y el 45% se sentirían más inclinados a votar de nuevo por Grimm si le diese su apoyo públicamente.

Hoy una comitiva formada por organizaciones pro inmigrantes y legisladores neoyorquinos caminará 11 millas desde la Catedral de San Patricio, en Manhattan, hasta la oficina de Grimm en Staten Island para seguir presionando para que se una a la causa.

La oficina de Grimm, quién ayer estuvo participando en actos del Día de los Veteranos como exmiembro del Ejército, no contestó inmediatamente a las llamada que se le hicieron.

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