Los retratos que claman justicia

Presionan para que se identifiquen a las miles de víctimas en Guatemala

Un activista coloca retratos de desaparecidos en una de las paredes en la parte exterior del Congreso en Guatemala.

Un activista coloca retratos de desaparecidos en una de las paredes en la parte exterior del Congreso en Guatemala. Crédito: Fotos AP

GUATEMALA — Las sombras de la tarde van cayendo sobre los viejos edificios descascarados estilo art decó o de arquitectura colonial del centro histórico de la capital guatemalteca. Entre las pocas personas que quedan en las calles asoman ocho jóvenes que pegan retratos de los 45,000 desaparecidos que dejaron 36 años de guerra civil en el país.

En una mano llevan cubos de pegamento y en la otra cientos de retratos de personas desaparecidas hechos de fotocopias de papel con sus fotografías. Mojan una pared grisácea por el humo de los automóviles, pegan la imagen y le pasan otra mano de pegante.

Al lado de imágenes como la de una mujer indígena o la de un hombre con las solapas amplias a la moda entre los estudiantes de la década de los 80 pintan grafitos que dicen “ni amnistía, ni perdón”, en tinta roja y blanca, en alusión a la posibilidad de que se promulgue una amnistía a los criminales de guerra. Se demoran menos de cinco minutos para no ser arrestados por la policía, según explican.

Se cree que casi todos los desaparecidos murieron a manos de soldados y paramilitares en su guerra contra un movimiento guerrillero marxista, después de haber sido violados, torturados y enterrados en fosas comunes, zanjas o pozos. Según testimonios e historias de las víctimas, muchos fueron arrojados desde helicópteros al mar o al interior de cráteres volcánicos.

En total, al menos 200,000 personas murieron durante la guerra, según las Naciones Unidas.

Los pasados cinco gobiernos de derecha han resistido la presión local e internacional para poner en marcha una operación a gran escala que encuentre e identifique a los desaparecidos y como consecuencia de ello poco más de 1,000 de ellos han sido encontrados en todo este tiempo.

Muchas personas acusadas de haber participado en las matanzas siguen desempeñando papeles prominentes en Guatemala y en la elite del país abundan figuras que apoyaron los gobiernos militares durante la guerra. La Fiscal General de la Nación ha procesado a varios militares de alto rango por los crímenes cometidos en la guerra. Pero la condena a 80 años de prisión por genocidio que se le impuso al dictador Efraín Ríos Montt fue anulada por un alto tribunal.

Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo, GAM, una organización que apoya a víctimas de la guerra, dijo que la organización ha presentado 40 solicitudes de averiguaciones especiales a la Corte Suprema de Justicia para que se investigue dónde están 120 desaparecidos.

“Han sido respuesta afirmativas, sí han ordenado las investigaciones pero no hemos encontrado ni un solo desparecido”, dijo Polanco.

Explicó que lo que sí han logrado es la condena a nueve personas por la desaparición de 10 y la detención de dos personas aún pendientes de juicio, por la desaparición de otras tres personas.

Funcionarios del gobierno de Guatemala no respondieron a solicitudes de entrevista sobre el tema.

El abogado constitucionalista Alejandro Balsells explica que este es un tema de Estado, que aún debe responder, y que es un delito que jurídicamente no tiene prescripción.

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