Viacrucis hacia la libertad

Pelotero cubano de los Rangers alega fue secuestradoo en ruta hacia EE.UU.

Leonys Martin, jardinero de Texas, indica en una demanda federal que fue secuestrado en México, a donde se dirigió tras desertar de Cuba.

Leonys Martin, jardinero de Texas, indica en una demanda federal que fue secuestrado en México, a donde se dirigió tras desertar de Cuba. Crédito: AP

MIAMI, Florida/AP — Al igual que muchas estrellas de béisbol en Cuba, el jardinero Leonys Martin soñaba con dejar la isla comunista en busca de la fama y el dinero de las Grandes Ligas.

Martin consiguió su objetivo en 2011, cuando firmó con los Rangers de Texas, pero no antes de lo que documentos de la corte y el Departamento de Justicia en Estados Unidos describen como un suplicio desgarrador en el que fue mantenido como rehén en México mientras su familia era vigilada en el sur de Florida.

Tres personas han sido acusadas formalmente en Miami de cargos federales de toma de rehenes y extorsión — que conllevan hasta cadena perpetua— y el propio Martin está demandando a sus captores por la devolución de más de $1,3 millones de dólares que ya les había pagado.

Andrew Zimbalist, un profesor del Smith College especializado en economía del deporte, dice que el caso de Martin parece ser único.

“Nunca había escuchado de ese tipo de secuestro”, dijo.

Muchos cubanos han escapado a lo largo de los años para jugar béisbol en Estados Unidos, incluyendo estrellas actuales como Aroldis Chapman, taponero de los Rojos de Cincinnati; Yasiel Puig, jardinero de los Dodgers de Los Angeles; y Yoenis Céspedes, jardinero de los Atléticos de Oakland.

En septiembre, el gobierno de Cuba puso fin a una política de décadas, anunciando que sus deportistas serán autorizados a firmar contratos para competir en ligas extranjeras sin necesidad de desertar.

Comparados con la vasta mayoría de los inmigrantes, los cubanos reciben un tratamiento único por el gobierno estadounidense, bajo una ley que permite a los cubanos que llegan a suelo norteamericano quedarse en el país.

Martin, un veloz jardinero de 25 años, debutó en las Grandes Ligas en septiembre de 2011. La campaña pasada, en 147 juegos, bateó para .260, con 49 empujadas y 36 bases robadas. Martin y su abogado, Paul Minoff, declinaron comentar para este artículo, al igual que ejecutivos de los Rangers y de las Mayores, indicando que el caso estaba en proceso.

Pocos años antes de llegar a Texas, Martin era una joya en potencia en Cuba, habiendo viajado a torneos de béisbol en todo el mundo con el equipo nacional. Tras un torneo en Japón en agosto del 2010, decidió dejar la isla.

El, junto a varios familiares y amigos hicieron contacto con un hombre que les ofreció un viaje desde Cuba en un yate a Cancún, México. De ahí, ellos podrían eventualmente cruzar por tierra a Estados Unidos. Pero en vez de viajar directamente al norte, fueron llevados a una casa llena de colchones, custodiada por dos hombres armados, uno de los cuales identificado como Eliezer Lazo.

“Tú vales mucho”, le dijo Lazo a Martin, según la demanda. “No te voy a dejar ir.”

Lazo es una de tres personas que enfrentan cargos criminales en Miami. Actualmente cumple más de cinco años en prisión en Mississippi por lavado de dinero y otros delitos.

Según la demanda, eventualmente, Martin y otros jugadores cubanos no identificados fueron llevados a un complejo llamado “El Rancho” cerca de Monterrey, México, donde debían entrenar. Los familiares y amigos de Martin fueron llevados para que crucen la frontera hacia Laredo, Texas, donde les hicieron abordar un autobús rumbo a Miami, donde vivieron durante cinco meses en una casa propiedad de Lazo.

En México, cerca de “El Rancho” había un campo de béisbol donde los jugadores se entrenaban y jugaban partidos ante buscatalentos profesionales de Estados Unidos. Y Martin fue presentado a otro hombre que le dijeron sería su agente.

Le dijeron además que tenía que firmar un contrato con una entidad vinculada con Lazo llamada “Estrellas del Béisbol”, en el que prometía pagar el 30% de salarios y bonificaciones futuros, una cifra muy por encima del 5% que los jugadores pagan usualmente.

“Martin no tuvo más remedio que firmar (al igual que los otros jugadores que estaban con él) teniendo en cuenta que estaban retenidos como rehenes”, indica la demanda de Martin.

Aunque Martin eventualmente pagó $1,35 millones (de dólares) a “Estrellas del Béisbol”, esta entidad con sede en México alega, en una demanda de 2012, que Martin no estaba cumpliendo el contrato. En su demanda, Martin afirma que el contrato debe ser declarado nulo porque él lo firmó “bajo coacción y miedo extremo” y busca la devolución de su dinero.

En documentos judiciales, “Estrellas del Béisbol” se describe como “una academia de béisbol que cultiva y entrena a peloteros amateur que desean jugar béisbol profesional en Estados Unidos”. Pero realmente, —según la demanda de Martin— la compañía es una fachada para ocultar el tráfico humano.

Dos abogados de “Estrellas del Béisbol” en Estados Unidos no respondieron a correos electrónicos enviados esta semana en busca de comentario sobre las acusaciones de Martin.

La demanda federal busca la confiscación de los bienes de Lazo y otros en “Estrellas del Béisbol”, así como una cuenta bancaria de la compañía. Los fiscales también buscan recuperar el dinero que la empresa habría obtenido de contratos de otros peloteros.

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