Analistas ven reforma migratoria estancada en 2014

Hay pesimismo sobre un cambio migratorio en año electoral

Sin un proyecto de reforma migratoria en el 2013, activistas se preparan para impulsarla el próximo año.

Sin un proyecto de reforma migratoria en el 2013, activistas se preparan para impulsarla el próximo año. Crédito: Archivo/María Peña / La Opinión

El optimismo de los activistas en torno a la reforma migratoria no ha contagiado a los analistas políticos de diversas ideologías, que ven muy difícil aprobar una reforma migratoria en 2014, un año electoral legislativo, con elecciones en el Congreso en noviembre y primarias a lo largo de todo el calandario político.

De hecho, mientras algunos políticos —incluyendo varios republicanos— y los partidarios de la reforma hacen ruido sobre las posibilidades de que la Cámara apruebe proyectos al respecto el año que viene, los expertos señalan al calendario legislativo y electoral del 2014, y a las realidades políticas inmediatas, como los dos grandes escollos a superar.

Y lo ven difícil.

“Es un año electoral en el que cada partido tiene que mantener o mejorar el entusiasmo de sus respectivas bases”, dijo David Johnson, un consultor político republicano asentado en Atlanta, Georgia. “La preocupación de demócratas y republicanos el año que viene son las primarias; y allí quienes mandan no son los independientes o moderados, sino los grupos de base”.

Según Johnson, la reforma migratoria requeriría que cada partido negociara y cediera en puntos importantes para sus respectivas bases. “Estas son elecciones de baja asistencia y la base, el grupo más entusiasta de partidarios, es crucial”, dijo Johnson. “Los republicanos van a temer que si se aprueba algo integral antes de las elecciones, van a pagarlo, y los demócratas no van a querer ceder en reformas que son importantes para sus votantes más entusiastas”.

Johnson no ve posibilidades de reforma hasta después de las las elecciones de noviembre de 2014, más bien de cara hacia las presidenciales de 2016. “Ahí si, existen más posibilidades”, afirma.

Otro pesimista sobre las perspectivas de la reforma para 2014 es el profesor de ciencias políticas de Loyola Marymount, Fernando Guerra.

“En algún momento fui optimista, pero ya no. Sobre todo viendo lo ocurrido este año y pensando en las elecciones del que viene”, dijo Guerra.

Aunque hay quienes se han manifestado esperanzados ante recientes comentarios críticos del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, hacia los partidarios más conservadores de su partido, y anticipan que podría “plantarles cara”, empujando una reforma migratoria, Guerra no lo cree así.

“El año pasado muchos lo pensamos así, que había un mandato para la reforma”, dijo Guerra. “Pero el tea party también tiene un mandato, oponerse a todo lo que quiera el presidente Obama, y si Boehner los desafía, no va a ser en el tema migratorio; quizá sea en el presupuesto. Boehner demostró este año su incapacidad de controlar esa facción republicana”.

A principios de 2014 se cumplirá también un aniversario de que el Comité Nacional Republicano presentara su “plan de reforma” para apelar a las minorías. Pero todo parece indicar que estas necesarias reformas no han hecho mella en muchos congresistas.

“Esa fue una estrategia nacional y no funciona en la mayoría de los distritos del Congreso”, dijo. “Los congresistas tienen que preocuparse de sus primarias y no de una candidatura nacional”.

El calendario de 2014 para el Congreso tampoco luce halagüeño, señalaron los expertos. La Cámara Baja regresa el 7 de enero y la fecha límite para otro acuerdo sobre el techo de la deuda es a mediados de febrero. La temporada de elecciones primarias empieza en mayo y dura varios meses, en los cuales la campaña es la preocupación número uno de ambos partidos.

Si el año se acaba, se acaba la sesión del Congreso y lo aprobado por el senado en junio pasado, queda sin efecto.

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