EEUU ayudará a México a combatir violencia

En 2014, Estados Unidos dará prioridad a la “inclusión social” en América Latina, declaró la subsecretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson.

La subsecretaria de Estado adjunta para América Latina conversó en exclusiva con La Opinión.

La subsecretaria de Estado adjunta para América Latina conversó en exclusiva con La Opinión. Crédito: María Peña / La Opinión

Washington, D.C. – El Gobierno de Estados Unidos está preocupado por la violencia entre los narcotraficantes y los grupos de autodefensa en Michoacán y siente “obligación” de ayudar a resguardar la seguridad en México, aseguró este lunes en una entrevista la subsecretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson.

La seguridad ciudadana, el desarrollo económico, la promoción de la “inclusión social” en América Latina y una reforma migratoria que beneficie a indocumentados de esa región figuran entre las prioridades del presidente Barack Obama para 2014, afirmó Jacobson desde su oficina en el Departamento de Estado.

Los informes de violencia en Michoacán “son extremadamente preocupantes” y las comunidades que quedan atrapadas deben ser incluidas en una estrategia de seguridad, según Jacobson, cuya agencia emitió una alerta de viajes a México la semana pasada.

“Creo que nosotros, acá en EEUU, tenemos una obligación de trabajar con el gobierno mexicano para asegurar que todo lo que se hace es para apoyar a las comunidades y familias”, dijo Jacobson. “Puedes implicar a los militares, a la policía federal, pero al final tienes que tener el apoyo y comunicación con la comunidad, para lograr algo sostenible”.

EEUU sopesa ampliar programas comunitarios como los puestos en marcha en ciudades fronterizas como Tijuana y Ciudad Juárez, porque es clave dar “espacios seguros” y oportunidades a los jóvenes para que no caigan en las pandillas o en los carteles de las drogas, señaló.

Jacobson consideró prematuro evaluar si la estrategia de seguridad en México ha sido un éxito o un fracaso porque “sigue ajustándose”, pero enfatizó que la violencia tiene que analizarse desde la raíz, más allá del tema de seguridad y tomando en cuenta asuntos como la prevención, educación y liderazgo comunitario para crear un modelo que funcione.

Según Jacobson, la aprobación de una reforma migratoria integral este año tendría “un enorme impacto” en la política exterior hacia la región, aunque el Gobierno de Obama la plantee principalmente desde la óptica de la política interna. La mayoría de los indocumentados que se beneficiarían de esa reforma provienen de México y Centroamérica.

Aunque en América Latina no hay crisis como las que existen en Oriente Medio, persisten retos como la “inclusión social” de grupos vulnerables — como las mujeres, comunidades indígenas, o afrolatinos — de manera que no queden al margen de la prosperidad, subrayó.

“En los últimos 15 años en América Latina, hemos visto números macroeconómicos de los millones que han salido de la pobreza e ingresado a la clase media y eso es algo muy, muy bueno… pero todavía hay gente que ha quedado afuera”, observó.

Sobre Colombia, Jacobson aseguró que EEUU continuará apoyando el proceso de paz como hasta ahora, aunque Washington también considera “increíblemente importantes” los avances en programas de restitución de tierras, derechos laborales y apoyo a las víctimas.

“No creo que haya duda de que aún hay abusos que deben reducirse y otros que deben ser castigados aún. Creemos que tenemos en el gobierno (del presidente Juan Manuel) Santos a un buen socio en esas lides pero se requieren más avances”, dijo.

Jacobson defendió la flexibilización de los viajes y remesas de los cubanoamericanos y los intercambios culturales, religiosos y académicos a Cuba, que han permitido los viajes de más de 400,000 estadounidenses a la isla cada año.

Jacobson calificó de “positivas” las reformas económicas y el crecimiento de cuentapropistas y de una incipiente sociedad civil pero “no son suficientes” porque EEUU quiere ver la creación partidos políticos, y que “la gente no sea acosada o encarcelada por sus opiniones políticas”.

Reiteró la exigencia de EEUU de la puesta en libertad del excontratista Alan Gross, encarcelado desde 2009 y sentenciado a 15 años de prisión bajo cargos de espionaje.

Preguntada sobre si le interesa ser la próxima embajadora de EEUU en México, Jacobson fue contundente: “Amo a México y creo que nuestra relación es increíblemente importante, pero ahora mismo estoy enfocada en esa relación como parte del hemisferio entero, porque ese es mi trabajo ahora y amo mi trabajo”.

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