Exguerrilleros con ventaja para presidenciales en El Salvador

Los exguerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional tienen ventaja en la intención del voto para las elecciones presidenciales del 2 de febrero

Salvador Sánchez (derecha) junto a su compañero de fórmula Oscar Ortiz.

Salvador Sánchez (derecha) junto a su compañero de fórmula Oscar Ortiz. Crédito: EFE

San Salvador.- Arropados por las simpatías ganadas en los sectores más pobres del país y sus promesas de continuar los programas sociales que tantos réditos políticos les han dado, los exguerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)tienen ventaja en la intención del voto para las elecciones presidenciales del 2 de febrero pero sin alcanzar el 50% más uno necesario para ganar en primera vuelta.

Las más recientes encuestas de las Universidades José Simeón Cañas, Tecnológica y Gavidia, le dan la ventaja al Frente con entre 6.2 y 9.9 puntos porcentuales sobre el candidato de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena). El margen de error de las encuestas es entre 2.3 y 2.5 puntos porcentuales.

El porcentaje más alto del FMLN es de 43.7% y según las leyes electorales salvadoreñas para ganar los comicios el candidato debe obtener el 50% más uno de los sufragios, de lo contrario habrá una segunda vuelta el 9 de marzo entre los dos más votados.

El Frente ha postulado al vicepresidente Salvador Sánchez, un ex comandante guerrillero de 69 años, y Arena lleva a Norman Quijano, de 67 años y actual alcalde de San Salvador.

La derechista Arena que gobernó el país durante 20 años (1989-2009) salió del poder derrotada por el Frente que ganó las elecciones presidenciales con el experiodista Mauricio Funes.

Pero para seguir en el poder, los exguerrilleros deberán de superar a Arena que busca retornar a la presidencia con una campaña centrada en los temas de la inseguridad generada por las maras o pandillas, los problemas económicos que aquejan a los salvadoreños y el eterno fantasma del comunismo y las vinculaciones con el terrorismo.

Para el director de la Fundación Nacional para el Desarrollo, Roberto Rubio, el Frente tiene que lidiar con el problema no solucionado de las maras. “Los homicidios han bajado, sí, pero no tanto, siguen matando, pero ahora los desaparecen (a las víctimas). Las extorsiones se han intensificado y las pandillas han reforzado su control territorial”, afirmó en entrevista con The Associated Press.

Sobre la economía del país dijo que “no está en una situación de crisis, pero sí está bastante mal”. Señaló que Funes no pudo controlar el aumento del déficit fiscal, el bajo crecimiento, el déficit comercial y el desempleo.

Jeannette Aguilar, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, dirigida por jesuitas, señaló que en la realización de los sondeos encontraron “una población que mayoritariamente está favoreciendo la posibilidad que el FMLN (Frente) continúe en el poder”.

Aguilar y Rubio coinciden que el Frente logró consolidar el voto duro y conquistó sectores que antes votaban por Arena.

“Lo que en su momento fue el principal capital político de Arena, que son los sectores del área rural, los sectores marginales, las personas con menos niveles de escolaridad, son ahora el caudal político del FMLN”, dijo Aguilar.

Rubio lo atribuyó a los “muchos programas asistenciales para el campo y eso hace que la gente tienda a votar más por el gobierno”.

Funes implementó también los paquetes escolares (cuadernos, libros, zapatos y uniforme), el vaso de leche que se entrega a los estudiantes, los paquetes agrícolas (semillas y abonos) para los campesinos más pobres y pensión para adultos mayores, entre otros.

Según la investigadora Aguilar, el Frente ha perdió un importante apoyo de la clase media y urbana, por resultar afectados por algunas políticas de Funes, pero asegura que ante la posibilidad de un regreso de Arena, estarían votando por el Frente.

Rubio destacó que la capa media es el sector más afectado por la situación económica, específicamente por la no generación de empleos, porque se ha visto obligada a refugiarse en estrategias de subsistencia, como abrir negocios informales en sus propias casas.

Además, la delincuencia ha afectado más a las urbes como el gran San Salvador. “Estos dos factores son claves en opinión de la ciudadanía”, afirmó.

Sobre Arena, su candidato, estrategias y programas de gobierno, los analistas opinan que la campaña ha sido dispersa, superficial y atada al pasado.

El vicerrector de Proyección Social de la UCA, Omar Serrano, señaló en una entrevista que “la población no está satisfecha con la gestión del actual gobierno, no está del todo convencida que el FMLN debe de seguir gobernando, pero está más convencida que Arena no debe volver a gobernar“.

Para la directora Aguilar, Arena se equivocó: “Ha hecho una campaña muy centrada en ataques, pobre de propuestas, pobre de contenido. Son propuestas mediáticas, superficiales, más bien reeditan las mismas propuestas del pasado”.

La población recibe las propuestas de los partidos con escepticismo. Según las encuestas hay entre 15 y 20% de indecisos.

“No sé si voy a votar, no me convencen lo que dicen… sólo son promesas”, dijo el taxista Esteban Mejía de 45 años. “El FMLN tiene cosas mejores y Arena ya aburre con lo de las pandillas como si eso fuera todo, pero aún no decido mi voto”.

El vendedor de bebidas gaseosas Camilo Escamilla, de 39 años, afirmó: “Estos no cumplen, pensé que con el FMLN todo cambiaría, pero no hicieron nada con las extorsiones, las maras nos tienen jodidos”.

Las quejas de los salvadoreños son concretamente sobre la vida cotidiana pero Arena, encabezada por su secretario de ideología Ernesto Muyshondt, insiste que se investigue una supuesta relación de los dirigentes del Frente con la narco guerrilla de la FARC y un posible financiamiento de la campaña electoral.

Aguilar le restó importancia y afirmó que “el tema de la ideología ya no está en juego”, y “ya se desdibujaron todos esos temores del comunismo”.

El Frente ha dicho claramente que no va a implementar el modelo del socialismo del Siglo XXI del extinto presidente venezolano Hugo Chávez ni el modelo cubano.

“El FMLN es hoy en día es una nueva elite política, una nueva elite económica, es un partido empresa que al igual que Arena está defendiendo intereses de ciertos sectores económicos”, dijo Aguilar.

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