Vigilancia desde las alturas contra el crimen en NYC

Las torres de observación móvil SKYWATCH equivalen a tener cinco policías en terreno monitoreando

Las torres centinelas se despliegan en zonas donde ocurrieron incidentes violentos o con alto índice de criminalidad.

Las torres centinelas se despliegan en zonas donde ocurrieron incidentes violentos o con alto índice de criminalidad. Crédito: EDLP / Zaira Cortés

Nueva York — En los últimos años, las torres de observación móvil SKYWATCH, del Departamento de Policía de Nueva York se han convertido en parte del paisaje habitual de la ciudad desde que se empezaron a usar en vecindarios como Harlem y Crown Heights hace siete años.

Las torres centinelas se despliegan en zonas donde ocurrieron incidentes violentos o con alto índice de criminalidad, y en áreas estratégicas para el monitoreo de calles desde un ángulo que no permitiría el patrullaje a pie.

“Otorgan a la Policía la capacidad de observar las condiciones que no se ven al nivel del suelo. Son una valiosa herramienta de investigación por su registro de imágenes en video digital”, indicó el sargento Brendan Ryan, vocero del NYPD.

El portavoz comentó que otra bondad de las unidades SKYWATCH es que se despliegan rápidamente para el control y monitoreo en eventos masivos o vecindarios propensos al crimen.

“Se pueden instalar en cualquier área de la ciudad de manera casi inmediata. Nos dan un ángulo de observación a 24 pies de altura”, agregó.

De acuerdo con la página web de la compañía de sistemas de seguridad Forward Looking Infrared (FLIR), que desde 2010 comercializa en el país este tipo de unidades, SKYWATCH ayuda a reducir el número de policías peinando la zona de crimen. Según la empresa, una torre es el equivalente a tener cinco oficiales en el terreno.

A finales de 2006, la Uniformada compró las primeras unidades -que pesan unas 8,230 libras- a la empresa ICx Technologies, que más tarde fue absorbida por FLIR.

El oficial sentado en el interior de la cabina, que cuenta con calefacción y aire acondicionado, tiene acceso a sensores y cámaras de vigilancia. Algunos modelos tienen tres cámaras fijas en cada lado, y una más que es movible, con “zoom” y diversos ángulos de inclinación.

Una de las ventajas de las torres es la facilidad de permanecer en el vecindario por semanas o incluso meses, con sólo uno o dos oficiales para operar el sistema.

“El tiempo que permanecen las torres en un vecindario se determina caso por caso”, explicó el sargento Ryan.

Mientras algunos residentes de vecindarios latinos opinan que estos artefactos son una invasión a su privacidad y las comparan con el sistema de vigilancia de autoridades fronterizas, otros consideran que disuaden el crimen.

El dominicano Augusto Báez (42), empleado de una bodega en Washington Heights, indicó que SKYWATCH es un buen intimidante para jóvenes infractores.

“Muchos adolescentes, tal vez miembros de pandillas, merodean en las esquinas. Es poco seguro caminar de noche, pero con cámaras en lo alto se lo piensan dos veces antes de delinquir”, apuntó.

La mexicana Lourdes Gómez (57), vecina de la calle 146 y Broadway, opinó que los aparatos pueden asustar a los delincuentes, pero no sustituyen la vigilancia en suelo.

“Yo prefiero ver patrullas circulando por mi vecindario, la ayuda está más a la mano. El crimen no sólo sucede alrededor de las torres, hay otras áreas que necesitan vigilancia“.

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