Critican estrategia del gobierno en Michoacán

La idea de que se montó una “farsa” en Michoacán recorre de la iglesia a los analistas

Un agente federal custodia la entrada de Apatzingán en Michoacán.

Un agente federal custodia la entrada de Apatzingán en Michoacán. Crédito: AP

CIUDAD DE MÉXICO.– ¿Y los capos michoacanos?, cuestionaron tanto la iglesia católica como analistas al gobierno federal, mientras la idea de que se ha montado un “teatro” crece.

El padre Gregorio López, encargado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, adscrita a la Diócesis de Apatzingán, fue todavía más lejos. Dijo que Nazario Moreno y Servando Gómez Martínez, los máximos líderes de Los Caballeros Templarios, comieron el miércoles en un rancho llamado “La Cucha”, justo el día en que llegó el grueso de las fuerzas federales a Tierra Caliente.

“Nazario Moreno ayer comió con ‘La Tuta’ [Servando Gómez Martínez] en un rancho que se llama La Cucha, aquí a unos kilómetros de Apatzingán, y el gobierno lo sabía. Pero había que enfocar, focalizar la mirada en Fausto Vallejo [Gobernador de Michoacán], ese decrépito que vino a visitarnos cuando los jefes más nocivos de la reunión estaban reunidos allá, tal vez hasta con seguridad del gobierno mismo, de la XXI Zona Militar, que recibe nómina de Los Templarios”, dijo en una entrevista con Red Noticiero.

La estrategia de enviar fuerzas federales a Apatzingán, Michoacán, es “una farsa, un teatro” porque incluso los elementos de la Policía Federal (PF) reciben su nómina del crimen organizado y el gobierno federal y estatal lo saben, afirmó el padre Gregorio López, encargado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en esa ciudad.

Nazario Moreno González, conocido como “El Más Loco”, “El Chayo” o “El doctor”, fue dado por muerto por el gobierno de Felipe Calderón el 9 de diciembre de 2010. Pero otras fuentes dicen que viven, entre ellas los habitantes de la región. La Policía Federal de Genaro García Luna dijo que lo abatió en Apatzingán pero nunca presentó el cadáver.

Servando Gómez Martínez, “La Tuta” o “El Profe”, es la cabeza visible del cártel de Los Caballeros Templarios. En los últimos meses ha divulgado entrevistas y videos en las que establece posturas, amenaza y da instrucciones.

El sacerdote Gregorio López, quien es miembro de la Diócesis de Apatizingán, expuso a Red Noticiero que, tras la llegada de las fuerzas federales, él registró a un grupo de Templarios, “vestidos de periodistas, ahí paseándose en las narices de los propios policías”.

En Apatzingán ningún negocio abre, porque se quema y esa orden, dijo el sacerdote, la dio Nazario Moreno. “Así están las cosas aquí, aquí es un lugar sin ley. Aquí mandan Los Templarios, aquí mandan, deciden y hacen lo que les da su regalada gana”, expuso.

En tanto, las autoridades hacen esfuerzos por mostrar acciones contra la delincuencia. Ayer, por ejemplo, se dio a conocer que la Policía Federal detuvo a un presunto responsable de incendiar la farmacia en Apatzingán poco después de la llegada de las fuerzas federales el miércoles. Supuestamente ofreció 500 mil pesos a los policías y traía una arma de fuego, cartuchos útiles, droga y hasta combustible. Dijo que era de Los Caballeros Templarios.

También se informó que se puso en manos de la Procuraduría General de la República (PGR) a Joaquín Negrete “El Allegretti”, supuesto líder de los Templarios detenido el miércoles. Fue trasladado a la Ciudad de México para rendir su declaración. También traía una arma larga y cargadores. La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) le tomará su declaración preparatoria.

Un día antes del arresto de Negrete, Miguel Ángel Osorio Chong habló de “detenidos” en una conferencia de prensa, lo que desató una especulación. Reporteros en Tierra Caliente creyeron que podría tratarse de Servando Gómez Martínez, “La Tuta”. Otros rumores similares corrieron. Pero no, fue “El Allegretti”, un personaje menor, enclavado en Los Reyes.

El doctor José Antonio Ibáñez, director del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, consideró que querer mostrar a los ciudadanos de Michoacán que el gobierno tiene presencia y fortaleza, al mismo tiempo que no hay un solo miembro aprehendido del cártel de los Caballeros Templarios, es un montaje que no ayuda a dar credibilidad al proceso de estabilización del estado.

El crecimiento de las autodefensas en Michoacán durante el año que lleva el gobierno de Enrique Peña Nieto sigue provocando debate. El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, pidió que se investigue qué tanto influyó el asesor colombiano Oscar Naranjo en la creación de estas policías comunitarias. Dijo que debe indagarse qué tipo de asesoría da este personaje al priista y “si amerita, en un momento dado, ser expulsado por inmiscuirse en asuntos internos de seguridad pública”.

Sánchez señaló que la receta para erradicar la delincuencia organizada fue puesta en práctica en Colombia para enfrentar al Cártel de Medellín y de esa manera lograr la captura y muerte del legendario narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. “Es muy sospechoso –agregó– que tras el arribo del asesor colombiano al país hayan surgido este tipo de grupos de autodefensa. Habría que saber qué tanto el gobierno no sólo ha tolerado sino apoyado y financiado a estos grupos de autodefensa y si hay empresarios que los apoyen y quiénes son”.

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