Katy Perry perdió la virginidad a los 16 años

La estrella pop además reveló a la revista GQ que se encontraba en el asiento delantero de un Sedán Volvo cuando lo hizo

Perry también confesó que cuando era pequeña le pidió a Dios que le diera unos pechos grandes.

Perry también confesó que cuando era pequeña le pidió a Dios que le diera unos pechos grandes. Crédito: Cortesía Diario Basta!

En una entrevista para la revista GQ, Katy Perry reveló detalles íntimos de su vida y aseguró que perdió la virginidad a los 16 años en el asiento delantero de un Sedán Volvo, mientras su pareja sexual y ella escuchaban canciones de Jeff Buckley.

Además contó que siempre pidió a Dios unos senos enormes: “Dios, te ruego que me des las tetas tan grandes que no pueda ver mis pies cuando este acostada. Dios respondió a mis oraciones a los 11 años ” contó a la revista.

La intérprete de “Firework” afirmó que no tiene ni una sola operación: “Nunca he tenido una cirugía plástica”, dijo. “Ni la nariz, ni barbilla, ni una mejilla. Así que todo en mi cuerpo es natural”.

Por otro lado, la cantante pop está firmemente convencida de la existencia de formas de vida extraterrestre en nuestro universo, un peliagudo tema que sería el primer asunto a tratar durante una hipotética conversación con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

“Soy una persona que ve la vida a través de una lente espiritual. Estoy muy interesada en la astrología y creo que los alienígenas existen. Por la noche suelo mirar a las estrellas y muchas veces me pregunto cómo podemos ser tan egocéntricos y pensar que somos los únicos seres inteligentes del universo. Si en el futuro tengo una relación cercana con el presidente Obama, vamos a tener una conversación muy seria sobre este tema”, aseguró la simpática intérprete a GQ.

Aunque Katy Perry recibió una educación estrictamente cristiana -sus padres Keith y Mary Hudson son pastores evangelistas- y una visión puramente teológica de los misterios del universo, la concepción que tiene actualmente sobre la fe difiere radicalmente de la que exhibía en los años de su infancia.

“No creo que Dios sea una persona con barba sentada en una especie de trono, ni que nuestro destino después de la muerte sea el de ir al paraíso o al infierno. Ahora creo en la energía cósmica”, reflexionó la diva estadounidense.

Con información del Diario Basta! y de Showbiz.

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