Salarios dignos en los aeropuertos

Miles de trabajadores del aeropuerto apenas sobreviven, y deben los estados de Nueva York y Nueva Jersey y la autoridad de puertos lograr un cambio concreto.

Alrededor de 15,000 subcontratistas prestan servicios cruciales como la limpieza de cabinas, seguridad en los terminales, asistencia de equipajes, asistencia a pasajeros y de silla de ruedas, entre otros para los Aeropuertos principales como JFK, La Guardia y Newark.

Miles de empleados ejercen estas labores por un promedio de $8 la hora o $16,000 anual, o 30% menos que el nivel federal de pobreza para una familia de cuatro ($23,550).

A menudo, los empleados dependen de ayudas federales y estatales como cupones de alimentos o de las despensas de comida, Medicaid, y asistencia de Sección 8 de vivienda u otros beneficios públicos para subsistir a pesar de que trabajan a tiempo completo en el aeropuerto. De los miles de empleados alrededor de un 32% son latinos y un 50% son afroamericanos.

Los Gobernadores Andrew Cuomo y Chris Christie tienen en su poder presionar la Autoridad de Puertos, una agencia bi-estatal. Ellos pueden exigir que las aerolíneas presionen a las compañías que contratan en ofrecer estos servicios a facilitar salarios dignos y mejores prácticas laborales. Esto especialmente si dichas aerolíneas utilizan compensaciones de los contribuyentes mediante subsidios en los aeropuertos de ambos Estados y en cambio al final del año reportan ganancias multimillonarias.

¿Por qué en Nueva York y en Nueva jersey sucede esto? No es una meta imposible.

En ciudades como San Francisco y Miami, las mismas empresas subcontratadas tienen que seguir ordenanzas locales para asegurar salarios y prácticas laborales dignas.

Nueva York es catalogada la Capital del Mundo y uno de los puntos de entrada y salida de aviación más importante del mundo. El estado tiene todas las de ganar y nada que perder al presionar las aerolíneas que necesitan nuestros aeropuertos. Además, el aumento de sueldo beneficiaria la economía local, ya que los empleados también son nuestros residentes. Y un aumento de salario significa un auge directo a las economías locales en las cuales residen.

Los estados y la Autoridad de Puertos deben crear un programa de estándares de calidad para las compañías que hagan negocios con el Estado, y establecer un límite salarial que sea impuesto en las subastas de contratos para estas compañías. O sea, que hasta la más baja tasación termine ofreciendo salarios dignos.

En Nueva York, el gobernador Cuomo quiere crear un aeropuerto de primera clase para el mundo, esto significa un trato justo para las madres y padres que lo mantienen.

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